Si hay una entidad que el país respeta es el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) que, desde su fundación, fue la esperanza de los afiliados que con sus aportes le dieron solvencia económica y con eso han logrado que la prestación de servicios de salud sea eficiente y la jubilación digna en los últimos años de vida. Es cierto que la institución fue la tentación de algunos políticos para repartir cargos y funciones que no eran necesarios. El aporte de los afiliados, sumado a las inversiones para lograr una mayor rentabilidad, lo convirtieron en una entidad solvente y grande. El IESS ha invertido $ 7.900 millones en bonos de largo plazo y el Estado le debe $ 2.900 millones; estas cifras hablan de una fortaleza financiera respetable.

El presidente del Consejo Directivo, Manolo Rodas, aclaró que la situación es compleja, mas no se puede hablar de una quiebra. Hay problemas estructurales que demandan que se estabilicen los fondos de salud y de pensiones y que se tomen medidas de largo plazo para garantizar la sostenibilidad de la institución. Una de las realidades en la actualidad es que en el caso de las pensiones, el promedio de vida es superior al de dos décadas atrás y por eso el pago de pensiones se extiende. Esta es una realidad mundial que afecta a todos los sistemas de pensiones, sean estatales o públicos.

 La prestación de servicios de salud también es más eficiente; muchas enfermedades que en el siglo anterior eran incurables, en la actualidad se pueden controlar. Las posibilidades para evitar las situaciones complejas aún no se conocen, pero expertos en materia de seguridad social sugieren subir la edad de la jubilación y el número de aportaciones. Actualmente en nuestra seguridad social se puede jubilar a los 65 años, en otros países a los 70. Los estudios actuariales se deben actualizar. La optimización de los servicios de salud y un recorte en el presupuesto son otras de las acciones para garantizar un IESS eficiente. Que sus hospitales atiendan en el 100% de su capacidad evitaría que recurra a clínicas privadas. (O)