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Por más esfuerzos que hagan los actores políticos y la prensa comercial por desvirtuar la mayor tragedia nacional conocida como el feriado bancario, la realidad y la historia están ahí para testificar una realidad bien estudiada por quienes ahora manipulan los datos, los personajes y las cifras. El lastre de esa crisis económica lo sufrieron los pobres, porque los ricos se enriquecieron más y las pruebas están ahí. No hay un solo banquero pobre. Hubo uno o dos presos, pero nunca se empobrecieron.
Los verdaderamente afectados son más de dos millones de personas. Y de eso no se han compadecido quienes ahora rechazan el verdadero impacto del feriado. Guillermo Lasso y Andrés Páez no reconocen ese dato. Y ahora, con el propósito de capturar el poder político, endilgan un pecado capital a quienes han reivindicado a esos más de dos millones de empobrecidos por los banqueros, por los políticos pagados por el aparato financiero oligárquico del país.
De ahí que negarlo (como lo hace la prensa comercial también) solo revela una honda complicidad para favorecer a un candidato y con ello, también, intentar recuperar (es su propósito de fondo) sus privilegios. (O)