El de ayer fue un día particular: el de la libertad de expresión. Y según Freedom House y Reporteros Sin Fronteras en Ecuador no existe esa libertad, mucho menos libertad de prensa. Entonces saltan a la vista varias dudas: Si eso es cierto, ¿por qué hubo varios programas de opinión en las emisoras supuestamente amordazadas? Si alguna facultad de Comunicación hace un estudio verificará qué se dijo, quién lo dijo y si alguna de las personas fue sancionada por decir algo. Igual pasa
con los periódicos: ayer hubo un editorial en el que se calificaba de loco al Presidente de Ecuador y, sin embargo, el articulista no está preso o al menos indagado, como parecería que las dos entidades antes mencionadas creen o pretenden hacer creer al mundo. Y qué decir de lo que se dice en los blogs y redes sociales: ahí se ofende e injuria impunemente. Y son todos ellos los que informan a Freedom House y a Reporteros Sin Fronteras de que en nuestro país no hay libertad de expresión. Bueno, se entiende. Para eso les pagan y para eso reciben respaldo ‘global’. (O)