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Han pasado 13 años (y ya en cada uno salta el nombre de quién nos gobernaba) y recién podemos verificar qué pasó con los desaparecidos de la masacre en la farmacia Fybeca de Guayaquil. Y por fin sabemos lo que era un secreto a voces: en Ecuador se asesinaba en nombre de la ley sin que existiera la pena de muerte. Esas ‘sentencias’ extrajudiciales -además- nos devuelven a esa realidad que algunos han olvidado y que ahora se rasgan todas sus vestiduras diciendo que vivimos una tiranía y cosas por el estilo. Gracias al sistema judicial de ahora (del cual parece no ser parte el ‘Defensor Público’) es que se puede conocer cómo actuaron unos gendarmes y de qué modo el mismo sistema judicial dejó en la impunidad a muchos de ellos. Espeluzna saber que esos policías actuaron con quienes intentaron asaltar la farmacia Fybeca, tal como lo hicieron con miembros de los grupos subversivos de los años 80. No cabe duda de que eso fue en un pasado de terror y que hoy se hace justicia para reparar a las víctimas y sus familias. De ahí que el caso ‘González y otros’ ilustra el modo de entender la justicia plena. (O)