Publicidad
Ha sido un largo proceso, lleno de complejidades. Y es al mismo tiempo un gran éxito del Gobierno Nacional frente a esas dificultades y a las condiciones económicas, comerciales y políticas del planeta. En adelante queda un largo camino para estimular, fundamentalmente, al sector privado. Por mucho tiempo los empresarios pusieron este acuerdo como un punto de partida, tanto para su propio éxito, como del país. Entonces, ahora toca a la empresa privada ponerse a la altura de este reto. Sí, un acuerdo comercial, ante todo, es un desafío para todo el país, incluso para garantizar que la producción local no se vea afectada, para incentivar el pleno empleo y la exportación. En pocas y muy sentidas palabras: ya no hay pretextos. En adelante habrá que trabajar en conjunto, Estado y empresarios, para generar las mejores condiciones para el desarrollo económico del país. Hay que destacar algo importante: llegar a la firma de este acuerdo solo ha sido posible desde una condición soberana, de respeto y de garantías. Caso contrario, tal como lo pensaron algunos, solo habría sido un trámite y a favor de ciertos intereses. (O)