Publicidad
Empezando por uno de sus más sólidos y permanentes aliados (Alemania), pasando por aquellos países que considera sus neocolonias, a su modo, a EE.UU. le piden una explicación razonable del porqué de espiarlos y vigilarlos. El presidente Barack Obama ha dicho, desde África, que todos lo hacen.
Eso, si fuese del todo cierto, no justifica el delito cometido. Imaginemos que Ecuador tuviese un sistema de escuchas dentro de EE.UU. Ya tendríamos presos y persecuciones de todo tipo.
Y si es así, ¿por qué EE.UU. tiene detenidos a cinco ciudadanos cubanos, condenados casi de por vida por un delito que ni siquiera cometieron? La verdad sea dicha: cuando se trata de justificar lo injustificable se exponen todas las argucias. EE.UU. solo tiene que decir la verdad, al costo que sea.