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El Telégrafo

Eduquémonos

08 de marzo de 2018 - 00:00

Hay formas del destino que nos cercan, lo que quiere decir que vivimos irremisiblemente señalados por ellas: son la forma misma de nuestra condición y todo en nuestro existir resulta con su sello. Una de ellas, la condición de género en que nacimos.   

El diccionario general, desde la vigesimotercera edición, la del año 2014, tricentenario de fundación de la Real Academia de la Lengua, registra la siguiente tercera acepción de ‘género’: “Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico”. Al buscar esta acepción en diccionarios anteriores, leo el que era su tercer significado: ‘en el comercio, mercancía’…       

Coincidencia horrible. Perdonen por aludir a esta terrible concurrencia,  tan alejada de lo que habría querido escribir, pero, por desgracia, nada desviada de la realidad… Al trasladar estos significados sin relación ninguna entre sí: ‘ser humano’, ‘mercancía’, y porque precisamente el ser humano que somos es capaz de elevarse sobre su condición mortal en logros singulares que permanecen más allá de su propia desaparición –creadores, artistas, filósofos, científicos, héroes, santos- y es, a la vez,  capaz de cosificarse, de tratarse a sí mismo y tratar a los otros como a cosas…, y entre esos ‘otros’, pensamos en la mujer y el hombre convertidos en mercancía, en el negocio atroz de la trata, en el sufrimiento del desprecio, de violaciones y crímenes, en la violencia de género, en asesinatos y muerte, en la soledad de la mujer o el hombre cosificados por necesidad o por placer, pero siempre, para sí mismos, en íntima, desamparada desgracia.

Es este un día de reconocimiento de nuestra contradicción, de reflexión, alegría y pena. Valoremos la educación, único soporte de la vida de los seres humanos. Educar, formar en valores intelectuales y morales. Elevar. Dignificar a la mujer, a todos nosotros, y enaltecer nuestra vida en la Tierra, ella también femenina, nutricia y madre. (O)

Susana Cordero de Espinosa, presidenta de la Academia Ecuatoriana de la Lengua

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