Todo el discurso sobre la no injerencia y la no intervención en asuntos de otros Estados se derrumbó en un poco más de 100 caracteres transmitidos a través de redes sociales por los jefes de Estado de Venezuela, Bolivia y de un expresidente que está en la cárcel.
El concepto se define en los foros mundiales; el principio básico va por el lado de que si un país rechaza a otros porque opinan o cuestionan sus decisiones, tampoco debería criticar o sugerir cosas que no conoce, como por ejemplo que en Ecuador las funciones del Estado actúan de manera independiente, tal como ocurre con la Justicia, la función Electoral y la Legislativa. Fiel a esos principios se produjo la respuesta contundente y diplomática de nuestra Cancillería y también del Presidente de la República respecto de un caso de orden absolutamente judicial.
El canciller José Valencia, diplomático de carrera, profesional y ecuánime, no utilizó muchas palabras para responder de manera contundente: “Lamentamos las aseveraciones de algunos mandatarios y el intento de desprestigio contra la institucionalidad de nuestro país. Hemos presentado notas formales de protesta. Hemos llamado a consultas al embajador ecuatoriano en Bolivia y hemos suspendido el viaje del nuevo embajador designado a Venezuela”. También Lenín Moreno se refirió al hecho en su cuenta de Twitter: “He sido siempre respetuoso con la institucionalidad de los países hermanos, especialmente de Venezuela y Bolivia. Exijo lo mismo para Ecuador”.
¿Qué dijeron los presidentes de esos países? Nicolás Maduro: “Primero Cristina. Luego Lula. Ahora Rafael Correa. Cese a la persecución contra los líderes auténticos de nuestra América”. Evo Morales: “Rechazamos solicitud de la Fiscalía de Ecuador de prisión preventiva contra el expresidente de ese país. Denunciamos politización de la justicia ecuatoriana e injerencia de EE.UU.”.
¿Qué prueba tiene Morales para semejante aseveración? Reclama por una supuesta injerencia y al mismo tiempo se entromete en nuestros asuntos. En política y en diplomacia la coherencia tiene un grado superlativo. (O)