La abdicación del rey Juan Carlos ha movilizado a muchos españoles. Unos a favor para definir el futuro de España en un referéndum y otros por defender a la monarquía.
Y entre las dos corrientes está en conflicto el asunto de fondo: ¿Cómo armoniza una democracia con un régimen monárquico donde la última palabra la tiene un ciudadano erigido rey? ¿Hasta dónde se extiende la ciudadanía de los españoles y cómo se explica su condición de súbditos? La abdicación, además, pone en debate el papel de un rey en una situación de crisis económica y política.
¿Los escándalos que estallaron en los últimos años obligan a revisar esa situación de cuasi impunidad, donde hay responsabilidades públicas que no conjugan con los privilegios de los reyes de los siglos pasados?