El manejo responsable de la deuda pública rinde frutos
Los últimos 10 días, el país ha recibido buenas noticias. El 1 de mayo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un crédito de $ 640 millones para apoyar la lucha ecuatoriana contra los efectos de la pandemia del covid-19; este jueves, el Banco Mundial nos concedió $ 500 millones con el mismo fin, y el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF entregó otros $ 300 millones.
Son $ 1.440 millones en total que, como lo señaló anteanoche el presidente Lenín Moreno servirán, entre otras cosas, para la reactivación productiva del Ecuador. A simple vista es más deuda, pero sus características, los objetivos de esos recursos y las condiciones por las que se la contraen la vuelven especial.
En primer término, por tratarse de líneas de crédito creadas por los órganos multilaterales para socorrer a los países en las actuales circunstancias, sus condiciones de pago son ventajosas. En el caso del préstamo del FMI, por ejemplo, los recursos son de entrega rápida, libre disponibilidad, con una tasa de interés del 1,05%, tres años de gracia antes del pago y cinco años de plazo para la cancelación del capital y los dividendos.
Por otro lado, el dinero se utilizará como se lo ha hecho hasta ahora, para la contratación de personal médico, el fortalecimiento de la infraestructura de salud; la provisión de ayuda emergente a quienes por distintas causas no tienen recursos para sobrevivir, y la atención del sector productivo mediante la entrega de fondos por parte del Estado.
Además, el país está obligado a contraer deuda a consecuencia de la política populista del gobierno de Rafael Correa, la cual terminó con los ahorros públicos y sobreendeudó al país; a esto se suma la baja del petróleo y la rotura de los oleoductos. Y ahora debemos recurrir a los multilaterales. Fondos que llegan, como dijo el Presidente, porque se ha manejado de modo responsable la deuda, pagando parte de ella y logrando el aplazamiento de $ 986 millones. En efecto, como señaló Moreno, “los prestamistas no entregan sus recursos a un país que no paga sus cuentas”. (O)