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El Telégrafo

El “décimo”, el ahorro y el desarrollo del país

16 de diciembre de 2019

Según encuestas realizadas en los últimos días en portales de internet, acerca del uso que planean dar los ecuatorianos al decimotercer sueldo, el pago de deudas se ubica como el objetivo de la mayoría de participantes. El dato muestra que el nivel de gasto de quienes tienen empleo adecuado (38,5% de la población, según cifras del INEC a septiembre de este año) supera en buena parte a sus ingresos.

La situación tiene varios orígenes. De un lado está el problema esencial de la insuficiencia de ingresos frente a los requerimientos económicos para cubrir necesidades básicas, como alimentación, vivienda, vestido, servicios básicos, educación y salud. Otra causa, quizás la de menor incidencia, es la inversión en bienes o proyectos de beneficio a largo plazo: compra de casa propia, ampliación de la vivienda, educación de cuarto nivel, etc.

No obstante, buena parte del endeudamiento obedece al consumismo; esto es, la adquisición de mercancías o servicios que no están al alcance del presupuesto personal o familiar y que, en muchos casos, son innecesarios. Este hecho contradice lo que la teoría económica ortodoxa plantea: el nivel de ahorro de las personas es importante para un país.

En la Unión Europea las tasas anuales más altas de ahorro de los hogares se observaron en 2016 en los países de mayor renta: Luxemburgo (20%), Suecia (19%), Alemania (17%) y Francia (14%). En tanto que las tasas más bajas se ubicaban ese año en Chipre (-2%), Lituania (0%%), Letonia (3%) y Polonia (4%), los países con menor renta. En Japón el indicador es de alrededor del 6%. El ahorro financia el desarrollo de las naciones.

Habrá quienes argumenten que los ingresos de la mayoría de personas en Ecuador son insuficientes para ahorrar. No obstante, la falta de recursos se opone, también, al gasto excesivo, algo en lo que incurren de forma frecuente tanto quienes ganan el Salario Básico Unificado como aquellos con sueldos de $ 1.000 o más. Para evitar aquello es necesario ordenar las finanzas personales, planificar los gastos y apretar el cinturón. (O)

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