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Guayaquil proclamaba su liberación del dominio español el 9 de octubre de 1820 y se creía que similar acción en Cuenca solo sería cuestión de horas. Los planes patriotas fueron desbaratados y la ciudad esperó hasta el 3 de noviembre para anunciar su independencia definitiva gracias a sus hombres que no claudicaron pese a la fuerza militar que imponía el dominio colonial. Un cabildo juró la independencia, después surgieron acciones que terminaron con el desarme de la escolta militar y así comenzó Cuenca a vivir su plena independencia que todo el Ecuador conmemora hoy. La ciudad mantiene su pasado colonial; tiene iglesias bien conservadas; sus cuatro ríos dan a la capital de la provincia de Azuay una característica única que atrae la atención de turistas nacionales y extranjeros. En Cuenca se localizan importantes empresas que exportan sus productos al mundo; el tranvía es una obra que ha esperado mucho tiempo, pero cuando concluya será un aporte más para el turismo nacional.(O)