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Más de una década se estigmatizó al bolivarianismo, sin considerar que el pensamiento del Libertador nos identifica y hasta nos compromete en causas comunes desde hace más de dos siglos. Y ahora que los actores políticos de Ecuador intentan ganar las próximas elecciones apelan al ‘modelo’ de la MUD y nadie ha dicho que vamos camino a la ‘venezolanización’, en nuestro país no aparecen políticos en los buses, como allá, y menos en los medios privados se critica esos comportamientos.
Aquí no se trata de modelos o patrones políticos. Nos sentimos orgullosos de haber creado nuestros propios modelos y destinos y con ellos hemos mejorado nuestra calidad de vida, construido infraestructura productiva de acuerdo a nuestras realidades y somos lo que tenemos. Y gracias a todo eso hemos forjado una identidad reconocida por propios y extraños.
Si no les agradó el legado bolivariano y lo estigmatizaron, lo sensato y democrático sería proponerle a nuestro país un programa serio, sólido y auténtico para afrontar nuestros temas, problemas y retos colectivos. No hacerlo es revelar su modo de asumir la política. (O)