Así como en una época fue el cacao, el banano y el camarón, en la actualidad las flores ecuatorianas son sinónimo de producto de calidad de enorme demanda en los mercados mundiales. Explicaciones técnicas señalan que, por el hecho de que se cultiven en áreas de influencia de la línea equinoccial que divide los dos hemisferios, las flores ecuatorianas logran un colorido muy marcado y tienen un período largo de maduración, una cualidad que resulta determinante para que tengan una alta demanda.

Alguna vez el embajador de China explicó que en su país una rosa ecuatoriana puede alcanzar el precio de $ 20 por cada unidad. Los mercados asiáticos son los de mayor demanda y los de Europa y Estados Unidos elevan sus compras entre enero y febrero, básicamente por la celebración de San Valentín, el 14 de este mes.

En 2018 las exportaciones disminuyeron en relación con el año precedente debido a una escasez de transporte aéreo. Para esta temporada ese inconveniente se solucionó y, según una investigación de este diario, el número de vuelos para transportar las flores es de 300, entre el 18 de enero y 7 de febrero, que es el período preciso para que lleguen a los mercados mundiales.

La fiesta de San Valentín representa el 30% del total de ventas de este sector. Para tener una referencia, en el período de 2017 las ventas alcanzaron un total de $ 881,5 millones y en 2018 sumaron $ 861,2 millones. Las flores representan el 4,8% del total de exportaciones ecuatorianas, que el año pasado alcanzaron los $ 19.900 millones.

Para facilitar el transporte, en el aeropuerto Mariscal Sucre se amplió en 1.000 metros el área de cuartos fríos y de paletizado, que consiste en colocar sobre una plataforma de tablas las cajas que llegan directamente desde los centros de producción de flores de la Sierra norte y central del país. Ecuador ocupa el tercer puesto mundial en exportación de flores cortadas y el 73% de sus cultivos son rosas que llegan mayoritariamente a los mercados de Estados Unidos, Rusia, Italia, Canadá, Ucrania y China. (O)