Un especialista consultado por la cadena británica de noticias BBC respecto a la epidemia del nuevo coronavirus, atribuía esta y anteriores sucesos similares al efecto de la actividad humana sobre la naturaleza.

El entrevistado mencionaba que el crecimiento poblacional y la consiguiente expansión de las manchas urbanas en el planeta exponían a los seres humanos a un mayor contacto con especies animales salvajes; este hecho facilitaría el paso de patógenos como el llamado covid-19 a los organismos humanos.

Una de las hipótesis más aceptadas señala que el virus habría llegado a la población china debido al consumo de especies animales salvajes, consideradas medicinales en ese país.

Sea como sea, la realidad es que nuestra especie se ha extendido de manera agresiva por todo el planeta en los últimos 150 años. Adicionalmente, nuestras actividades diarias, especialmente las industriales, generan un efecto negativo sobre la Tierra en su conjunto, el cual va camino de convertirse en irreversible.

De nada han valido las advertencias que desde hace alrededor de 40 años lanzan científicos sobre las consecuencias que nuestras acciones acarrean para el futuro del globo. Tampoco ha servido de mucho para que concienciemos sobre nuestra huella histórica la constatación de los cambios que vemos en el clima todos los días, la desaparición de especies y más pruebas. Algunos gobiernos incluso han optado por retirarse de los acuerdos sobre cambio climático en los últimos años.

Los expertos aseguran que estamos a muy pocos años de que un cambio de nuestros hábitos y comportamientos permita mejorar el estado de la naturaleza.

Ojalá que la pandemia que afrontamos actualmente y la consecuente emergencia sanitaria nos lleve a meditar y que todos aportemos para una mejor convivencia con nuestra casa global. Entendamos que es el único sitio que tenemos para vivir. (O)