A un mes del asesinato del fiscal Carlos Karolys, otro funcionario judicial, esta vez el abogado Raúl Llerena, fue víctima de un atentado criminal al estilo sicariato, que lo dejó en estado crítico pero estable, según los médicos que lo atienden. Los siete implicados, entre ellos una mujer, fueron capturados en menos de 24 horas y serán juzgados acorde a la justicia penal ecuatoriana.

Sin embargo, cuántas personas han muerto en los últimos meses víctimas del robo de un teléfono celular, de dinero, por ajuste de cuentas, por odio. En el caso de las mujeres, cuántas fueron víctimas de femicidio. En las calles la violencia no cesa.

Toda esa desvalorización y deshumanización del ser humano lo lleva a cometer todo tipo de delitos, pero el más grave sin duda es quitarle la vida a otra persona por encargo, es decir, el sicariato, una modalidad que se implantó en el país hace más de dos décadas y que se la practicaba en el vecino país, Colombia, según expertos en seguridad internacional.

En el artículo 143 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el sicariato está tipificado como delito cuya pena oscila entre los 22 y 26 años de privación de la libertad. En las cárceles del país existen programas de rehabilitación donde el interno tiene la oportunidad de estudiar, aprender algún oficio y reinsertarse a la sociedad, una vez que cumpla su condena.

Sin embargo, están aquellos que no les interesa cambiar de vida sino que salen nuevamente a delinquir, que a cambio de dinero están dispuestos a victimar a cualquier persona, sin importarles el dolor que dejan en las familias de ese hombre o mujer.

Un experto en seguridad decía que el sicariato es el brazo armado del narcotráfico. Pese a que Ecuador es un país de tránsito para la droga por su salida al mar, están los microtraficantes o dealers (distribuidores de la droga al por menor) que están a la caza de incautos para sumergirlos en ese mundo oscuro que cada vez cobra más víctimas.

Desterrar la violencia no solo es cuestión del Gobierno, sino de los valores que nacen desde el hogar. (I)