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Durante meses la oposición exigió la lista de Odebrecht. Acusó al anterior Gobierno y al exfiscal Galo Chiriboga de silencio, de complicidad. La denuncia fue usada en la campaña electoral; un candidato llegó a prometer que, de ganar, haría pública la nómina.
Pues ahora resulta que el Brasil de Michel Temer, el mayor exponente del neoliberalismo sudamericano, prohíbe la difusión. El procurador de ese país ha solicitado a sus homólogos que no hagan públicos los nombres porque aquello entorpecería las investigaciones.
Lo cierto es que con su pedido, Brasil, un Estado con una profunda crisis política y donde la corrupción está minando a las instituciones, parecería que quiere proteger a Odebrecht, una de las mayores constructoras del hemisferio. Podrían abrirse procesos en otros países contra el empresario Marcelo Odebrecht.
La comunidad internacional debe presionar a Brasilia para que entregue los datos sin condicionamientos de ningún tipo. (O)