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Es una buena noticia: EE.UU. y China —los 2 países que suman el 40% de las emisiones de CO₂— ratificaron el histórico acuerdo de París para limitar el calentamiento global. Lo que conlleva un compromiso para el planeta sobre un tema que ocupa el destino de la misma humanidad. No olvidemos que el objetivo es limitar el aumento de la temperatura global a un máximo de 2 °C (grados centígrados) con respecto a los niveles preindustriales.
Para que entre en vigor en 2020, tal y como está previsto, tienen que ratificarlo al menos 55 países que representen el 55% de las emisiones mundiales. Por lo visto hasta ahora hay la voluntad de la mayoría de las naciones y con la ratificación de China y EE.UU. se da un impulso estratégico.
Si las grandes potencias están dispuestas a contribuir a bajar las emisiones, se sabe por los estudios científicos, no basta con lo acordado en París: al menos deberían reducir en 6 veces esas emisiones. Y de eso no hay todavía signos a favor. Por lo tanto, si la ratificación es una buena e importante noticia, todavía constituye un primer paso en el objetivo final. (O)