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Tras un largo y a ratos ríspido proceso técnico de negociación, el aval político ecuatoriano se concretó ayer, cuando la Asamblea Nacional aprobó el Protocolo de Adhesión de Ecuador al Acuerdo Comercial Multipartes con la Unión Europea. El 14 de diciembre, el Parlamento Europeo hizo lo mismo.
Es un hecho clave para la economía y para la imagen de Ecuador en general. En el primer caso, porque se garantiza el acceso de nuestros productos al mercado europeo; en el segundo, porque el país mantiene en buen nivel su conexión estratégica con una zona de interés nacional.
El acuerdo se aprobó con 97 votos, frente a uno negativo, 2 blancos y 2 abstenciones. Cifras contundentes que fortalecerán los nexos comerciales con Europa y, además de facilitar la inversión externa, se diversificará la producción. La estrechez de mira y el egoísmo político intentan miniaturizar el valor de este convenio histórico. Pero más allá del detalle técnico, el Gobierno se anotó un importante triunfo político. (O)