Publicidad
¿Citar a autores y contextos extranjeros significa que no valoramos lo nuestro?
Esta pregunta surgió a partir de un comentario que un lector de nuestro suplemento nos hizo, señalando que es necesario dejar de citar y pensar a través de libros e imágenes europeas, y que había que poner mayor atención a lo que sucedió y está sucediendo en América Latina en el campo de las ideas, la cultura y el conocimiento.
Si bien uno de los rasgos de la colonialidad del saber se basa en la agresiva tarea de anular la herencia de nuestro pensamiento, así como de cualquier otra forma de episteme que se genere en la región, para así imponer una visión crudamente occidental de las cosas; hay que ser cuidadosos de no caer en la misma trampa al tratar de imponer una única perspectiva desde nuestra realidad territorial.
El hecho de que se aborden a autores y contextos europeos o de Estados Unidos, no significa que tengamos una colonización mental en nuestras páginas. Si ese fuera el caso, no habría espacio en el suplemento para hablar de personajes como Michel Houellebecq o Slavoj Zizek, pensadores y críticos fundamentales de lo que ahora conocemos como la “crisis civilizatoria del capitalismo”.
Asimismo, experiencias de movilidad como la de Holanda o de políticas públicas culturales en Francia, que han sido expuestas en el suplemento, no pueden quedar al margen de la discusión por el simple hecho de que se están produciendo en esos territorios. Al contrario, deberían servir como experiencias sanas para tomarlas en cuenta y mejorar la gestión cultural y del espacio público local.
Es necesario y prioritario darle un peso específico al pensamiento y a todas las prácticas artísticas y culturales generadas desde América Latina, tanto las contemporáneas como las históricas, pero eso no debe implicar una anulación de otras formas de saberes y quehaceres culturales, independientemente de dónde se produzcan, pues si lo hiciéramos, no habríamos podido publicar en esta edición dos artículos que reflexionan sobre los aportes que el filósofo y político francés Frantz Fanon hizo sobre el racismo, un malestar cultural que afecta tanto al entorno nacional, como al internacional.