El fuerte remezón del sábado pasado ocasionó la muerte de Liseth Pilco, Carlos Andrés, su hijo de seis meses, Fernando Yancha, Rafael Núñez, Orlando Villamarín, Paulina Espinoza y Doménica, una pequeña de 18 meses.

Para estos tres últimos, integrantes del hogar Villamarín-Espinoza, lo que iba a ser un fin de semana de diversión terminó en tragedia. Orlando, oriundo del cantón Baños de 31 años, su conviviente Paulina, ambateña de 37 años, y su tierna hija de Doménica, fallecieron en el terremoto en Pedernales.

Ellos junto a un hermano de Espinoza, partieron el sábado temprano desde el sur de Ambato, lugar donde residían desde hace dos años, a la ciudad manabita con la intención de disfrutar de la playa. Al llegar, el cuñado de Orlando bajo del vehículo a preguntar el precio de estadía en un hotel frente al cual se estacionaron temporalmente, haciendo doble fila.

“En eso ocurrió el sismo y el hotel en el que planeaban alojarse se desplomó sobre el vehículo. Ellos murieron de contado, junto a otras personas que pasaban por el lugar, y el acompañante logró sobrevivir aunque está herido debido a que también fue alcanzado por parte de la estructura”, explicó Mariana de Jesús Villamarín, tía de Orlando.

Con visibles signos de haber llorado mucho, la anciana de 76 años se lamenta la muerte del joven quien era como un hijo para ella. “Él es el único varón de los cinco hijos de mi hermano menor, de 70 años, quien está muy afectado y guarda reserva sobre el tema”, agrega.

Pese a que el sepelio fue la tarde del martes, dejando el dolor un a un lado Mariana fue ayer temprano al cementerio de Baños, ubicado a 10 minutos de caminata de su casa, ubicada en el barrio Santa Ana, para dejar un ramo de rosas blancas.

“Orlando fue como un hijo más para mí, me ayudaba económicamente pese a que sus ingresos eran limitados. Creo que nunca nos recuperaremos de este golpe tan duro”, señala la anciana al pie del nicho en el que reposa el cuerpo del joven baneño. El uso del nicho fue gestionado por la municipalidad debido a que esta familia es de escasos recursos.

“Hoy más que nunca debemos estar unidos y colaborar. Para los baneños la solidaridad es parte de nuestra personalidad pues debido al proceso eruptivo del volcán Tungurahua, activo desde 1.999, hemos vivido varias evacuaciones y episodios que nos han enseñado a compartir lo que tenemos”, dijo el alcalde.

La conviviente del joven y su hija Doménica fueron enterradas simultáneamente el martes, en Ambato.

El velorio y traslado de los otros fallecidos tungurahuenses también fue el martes, en los barrios Totoras, Simón Bolívar y Juan Benigno Vela, todos al sur de la capital tungurahuense, se realizaron entre el lunes y martes. (I)