Delegaciones de 10 países de los 12 que conforman la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) recorrieron ayer  las zonas afectadas en Manabí por el terremoto del 16 de abril, además de los albergues.

Previamente, el jueves acudieron a una sesión extraordinaria convocada por la situación de Ecuador para definir cómo funcionó el Manual de Asistencia Humanitaria.

El venezolano y presidente pro tempore de Unasur en Materia de Gestión de Riesgos, William Martínez, explicó que el manual que se aprobó y construyó en 2015 se iba a poner en práctica en su país en junio haciendo un simulacro de terremoto.

No obstante, y por el evento adverso en Ecuador, decidieron poner este compendio en práctica. Y la conclusión es que el manual fue aplicado en su totalidad y de manera correcta.

“Lo que hicimos es evaluar los puntos del manual en aspectos que hubiesen tenido algún vacío, para definitivamente irlo perfeccionando. Hicimos acuerdos desde la Unasur donde específicamente sugerimos que se remitiera a la presidencia pro témpore de Venezuela todo lo que sea relativo a las buenas prácticas del manual y, por supuesto, la pertinencia de crear un subgrupo de trabajo en la Unasur”, explicó el venezolano.

El funcionario extranjero afirmó  que desde su país se propone una estrategia suramericana de Gestión de Riesgo para el Sur. Esa se ha convertido en una prioridad de Caracas al frente de Unasur. Y es un planteamiento que ha hecho en repetidas ocasiones el presidente ecuatoriano Rafael Correa.

Mariano Goicochea, de Cascos Blancos de Argentina, contó que  en el manual se indican los procedimientos que hay que llevar a cabo en cada país de Unasur cuando otro tiene un desastre natural. “Por ejemplo, siempre tenemos que pedir el requisito ineludible, el pedido de ayuda por parte del país que sufre un accidente, un cataclismo; ante ese pedido el Gobierno de otro país de Unasur responde y le pregunta al país afectado qué es lo que necesita. A nosotros nos pidieron técnicos especializados en tema de agua, de sanidad, de energía, de albergues y sobre todo en sistemas de salud psicosocial, es decir expertos psicólogos y psiquiatras que enviamos”.

El argentino refirió que esta es la  misión internacional 260 desde que se inició Cascos Blancos en 1994. Este grupo actúa en crisis humanitarias en todo el mundo. La delegación se reunió con Susana Dueñas, la nueva secretaria de Gestión de Riesgos, quien informó que están activos los comités de los gobiernos  locales y el comité de reconstrucción a nivel nacional.  

“Fue doloroso para Ecuador y para los manabitas el terremoto del 16 de abril; con experiencia en carne propia puede hacerse de este manual una doctrina para que todos los países podamos tener toda nuestra contingencia a disposición de un evento que ojalá nunca se repita en ningún lugar  del mundo”.

Dueñas dijo que Ecuador ha sido reconocido por la comunidad internacional por la capacidad de respuesta. “Para hermanos que han sufrido sismos de esta magnitud, recuperar la energía les ha tomado 15 días, el sistema de agua, tres meses; recuperar la atención de casas de salud ha tomado otros tiempos. Quiero decir a los hermanos manabitas que cada día me siento más orgullosa de la provincia por ese compromiso cívico, esa solidaridad que se sigue manifestando ante esas personas en refugios y albergues, y las familias acogientes”.

Luego del diálogo en el ECU-911 de Portoviejo, donde todos los representantes manifestaron su solidaridad con el pueblo ecuatoriano, se dirigieron a la zona cero para ver  las afectaciones en edificaciones.

Aniter Rodríguez, de la delegación de Venezuela, se sorprendió al ver que en tres semanas del sismo se puede notar el liderazgo del Gobierno y la buena coordinación para restituir de manera casi inmediata la vida de las personas afectadas por el terremoto. “En Haití, la misión internacional duró un año prestando asistencia humanitaria. Al séptimo mes todavía no tenían hospitales reconstruidos y nosotros teníamos que brindar asistencia”.

Rodríguez expresó que la Fuerza Humanitaria Simón Bolívar vino a Ecuador en su misión 58, a escala internacional, con 170 personas. Actualmente solo quedan 70, quienes regresarán en los próximos días a su país. “Se nota que Ecuador está muy bien organizado”.

La delegación visitó refugios como el de Rocafuerte, asentado en el estadio Municipal. Carmen Ponce, una de las albergadas, expresó su satisfacción de que haya tanta solidaridad por el país y por la visita de los extranjeros. (I)

DATOS

Los delegados de la Unasur que estuvieron en Ecuador son Chile, Bolivia, Brasil, Perú, Argentina, Paraguay, Uruguay, Colombia y Venezuela. Faltaron Surinam y Guyana.

La comisión que estuvo en los albergues y zona cero llevó gráficas y apuntes de lo observado. En Rocafuerte conocieron la organización del albergue donde hay 70 personas (19 familias).

El vicepresidente de Cascos Blancos de Argentina, Mariano Goicochea, indicó que en Ecuador ejecutaron la misión 260 y que el siguiente itinerario a cumplir es en un campamento de refugiados en Siria.  

El argentino indicó que en Ecuador las zonas cero han estado bien delimitadas. Señaló que ahora hay que trabajar en reconstrucción. La delegación avanzó ayer hasta Jaramijó, cantón donde se habilitó el estadio como albergue.