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El Telégrafo
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Ankara trabaja en un plan de apertura hacia américa latina

Turquía, cuarto comprador del banano ecuatoriano

Turquía, cuarto comprador del banano ecuatoriano
16 de octubre de 2015 - 00:00 - Redacción Economía

El ministro de Comercio Exterior, Diego Aulestia, regresó de su gira a Turquía con un anuncio sorpresivo: Quito y Ankara reanudarán de manera inmediata las negociaciones para la firma de un Acuerdo Comercial para el Desarrollo (ACD).

La noticia se produce en medio de la demanda de definiciones al Gobierno del presidente Rafael Correa para que se pronuncie sobre la ausencia de Ecuador en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés). En el país, los acuerdos comerciales se debaten a la sombra de los tratados de libre comercio (TLC), en el pasado tema de críticas a gobiernos considerados laxos a la hora de transar concesiones que afectaban intereses soberanos.

Hoy rebrota la discusión en torno a los términos que el TPP podría imponer a sus socios latinoamericanos en capítulos fundamentales como propiedad intelectual, medio ambiente, servicios e inversiones y acceso a mercados.

En ese contexto cae el anuncio de la reactivada negociación comercial con Turquía. Y con el telón de fondo del debate en ciernes sobre el Acuerdo Transpacífico, el Gobierno tiene el reto de definir en la práctica la diferencia entre los que considera tratados inaceptables y otros esquemas más equilibrados de intercambio que amplíen el horizonte del comercio internacional y atraigan inversiones al país.

Turquía mira a Latinoamérica

A partir de crónicas y archivos, influyentes historiadores turcos se han dado a la tarea de desempolvar las evidencias que permitan hablar de “un pasado común” entre Turquía y Latinoamérica. Razones hay en la historia, como las raíces que prendieron en América en el período de la Gran Guerra (1914-1918) y hasta la disolución del Imperio (1922) cuando miles de refugiados con pasaporte otomano -no solo turcos, sino árabes cristianos y musulmanes, armenios y judíos- llegaron al Caribe, Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Ecuador. Posteriormente, la naciente república, absorbida en los cambios y la modernización, extravió a aquellos desplazados, y tan política como entonces fue la razón de su olvido, es hoy la súbita recuperación de su memoria.

Mehmet Necati Kutlu, director del Centro de Estudios de Latinoamérica de la Universidad de Ankara, lo explica así: “Hoy Turquía es grande y tiene una visión amplia del mundo, de su entorno y de Latinoamérica. De alguna manera tenemos que llegar a la región porque aquí están los recuerdos de nuestro país de antaño”. Y habría que añadir, también la visión de un moderno proyecto de expansión económica, puesto que reanimar los vínculos históricos entre Turquía y Latinoamérica tiene más sentido por lo que promete hacia el futuro que por lo que significó en el pasado.

De allí que la agenda turca del ministro Aulestia haya incluido una reunión con el profesor Kutlu sellada con una fotografía de ambos junto al busto del general Eloy Alfaro, a poco de convenir -salto al futuro- la próxima llegada a Quito de la delegación turca para retomar la negociación comercial con Ecuador.

El plan de Ankara se cumple bajo la orientación del capítulo oficial de su política exterior titulado “Estrategia de Apertura hacia América Latina y el Caribe”. Se expresó el pasado 9 de febrero con la visita del presidente Recep Tayyip Erdogan a Colombia en el comienzo de una gira que lo llevó también a México y Cuba. Y es probable que continúe en un siguiente periplo que bien podría incluir a Ecuador.

Balanza comercial

Decir que comerciar con Turquía es una buena idea para el futuro, sería desconocer que hoy ese país ya es el cuarto comprador de banano ecuatoriano. El comercio bilateral bordea anualmente los $ 300 millones con una balanza que en los dos últimos años -sumadas las ofertas petrolera y no petrolera- registró un superávit a favor de Ecuador. En 2014 la balanza comercial no petrolera se ubicó en $ 104 millones, cifra ya superada este año con ventas de $ 115 millones tan solo entre enero y julio.

El supuesto de que las ventas ecuatorianas a Turquía podrían incrementarse deriva de una realidad indiscutible. Ese país es la décimo séptima economía mundial con un mercado de 76 millones de consumidores, un PIB proyectado al 2015 de $ 861 mil millones y un PIB per cápita ligeramente superior a $ 11 mil. Es también uno de los 10 países más visitados del mundo con 35 millones de turistas al año.

Turquía es al tiempo un centro de transferencia y provisión para otros importantes mercados regionales. El Puerto de Mersin, sobre el Mediterráneo, es punto estratégico de conexión con Asia, el norte de África y la Península Arábiga. Visitando sus bodegas (a las que llega el banano de Ecuador) el ministro de Comercio Exterior informó de la “disposición de las autoridades turcas a recibir un mayor volumen de banano junto a otros productos de la oferta exportable ecuatoriana”.

En esa línea subrayó la importancia de la reunión con Temel Kotil, presidente ejecutivo de Turkish Airlines, la más grande aerolínea del mundo en número de destinos (261) y en cantidad de aeronaves (289), cuyas nuevas rutas hacia Latinoamérica otorgan facilidades logísticas a los productos ecuatorianos que busquen ingresar al mercado turco. Los primeros en la lista serían rosas, pulpas de frutas y mermeladas, derivados de pescado, artesanías y café. (I)

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