Darwin Méndez, habitante de la comunidad Imbiola, parroquia La Carolina, cantón Ibarra, provincia de Imbabura, es productor de fréjol, una leguminosa reconocida por ser fuente de proteínas, minerales y vitaminas.

Méndez conoce de esas propiedades nutritivas, y por ello aspira a duplicar la producción de fréjol en su zona (tiene sembradas 1,5 hectáreas y cultiva aproximadamente 33 quintales por hectárea) con dos objetivos: que la ciudadanía consuma este producto andino, así como lograr un beneficio económico directo para sus familias y, por ende, contribuir al desarrollo comunitario.

Para lograr sus propósitos, Méndez -al igual que otros 38 productores de fréjol de Imbiola- cuenta con el apoyo y la asistencia de 31 técnicos del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).

Méndez dijo que los técnicos trabajan junto a los agricultores; hay una comunión entre autoridades, Ministerio y los productores. “Estos incentivos, que entrega el Gobierno Nacional, nos permiten mantenernos unidos”.

Este productor, junto a sus compañeros, recibió un kit de insumos y semillas certificadas, que tiene un costo total de $ 374, más un seguro agrícola que cubre $ 220. Méndez debió poner una contraparte de $ 154.

Adicionalmente, el Magap, a través de la Dirección Provincial de Imbabura, entregó 80 kits de fréjol de la variedad INIAP-381, denominada ‘rojo del valle’, que es resistente a las enfermedades y con buenas características culinarias.

Con esta variedad se espera mejorar la productividad de 0,8 a 1,5 toneladas de la leguminosa por cada hectárea.

Se estima que en Imbabura están sembradas 7.000 hectáreas con fréjol, un producto básico en la alimentación diaria de la población.

Hasta finales de este año se espera entregar unos 1.500 kits de fréjol, cuya producción, en una buena parte, será exportada a Colombia.

En el proceso de comercialización, también se involucró el Proyecto Nacional de Semillas para Agro Cadenas Estratégicas, que vinculó a las organizaciones legalmente constituidas, y que apoya los procesos productivos.

En ese sentido, la Corporación de Productores y Comercializadores de Leguminosas de la Zona Centro-Norte de la Sierra (Copcoles) acordó con la empresa INT Food Services Corp, cuyo nombre comercial es KFC, la venta de aproximadamente 65 toneladas métricas de fréjol canario y negro.

Los beneficiarios serán más de 50 familias de las provincias de Imbabura y Carchi, que podrán comercializar su producción, de acuerdo a los estándares de calidad establecidos por INT Food Services Corp.

Miguel Salas, presidente de Copcoles, explicó que “es importante articular estos procesos de fortalecimiento socio-organizativo con el acompañamiento del Magap, para formar alianzas y ser entes reconocidos en el país, de empresas locales y de comercialización en el exterior. Copcoles ofrece confianza, cumplimiento y calidad en los procesos comerciales”.

Salas agregó que el acuerdo durará un año y le permitirá al productor tener una rentabilidad de más del 17% de la venta en el mercado tradicional.

El ‘grano de oro’

La quinua es otro producto andino que agricultores de Imbabura rescatan con el apoyo del Magap.

Precisamente, en julio de 2013, Ibarra -capital de la provincia de Imbabura- fue sede el IV Congreso Internacional de la Quinua y el Primer Simposio de Granos Andinos. Y allí uno de los compromisos fue impulsar la producción con los pequeños y medianos productores.

Fruto de ese compromiso, para este año en Imbabura están sembradas 674 hectáreas, que se espera rindan alrededor de 23.590 quintales, que serán comercializados a través de la Empresa Pública Unidad de Almacenamiento (UNA EP). El número de beneficiarios es de 240.

Juan Pablo Chacón, director provincial del Magap, indicó que la meta es llegar a las 1.500 hectáreas sembradas hasta 2017, por lo que invitó a los campesinos a sembrar quinua, que “ahora incluso viene con seguro agrícola, lo cual garantiza seguridad en el cultivo, y en caso de algún siniestro, el productor no pierde su inversión”.

Para lograr ese objetivo, el Magap entrega kits de insumos y semillas certificadas, que tiene un costo de $ 417,14. Incluye fertilizantes, abonos, herbicidas y semilla de la variedad ‘tunkahuan’.

El agricultor Luis Germán Torres Bedón, de la parroquia San Antonio, cantón Ibarra, dijo: “Estos incentivos del Gobierno nos permiten mantenernos unidos; nos sentimos respaldados por la asistencia técnica que se da, además de la entrega de semillas y abonos”.

La quinua es conocida como el ‘grano de oro’, por sus bondades nutricionales. Por ejemplo, contiene proteína entre 13,8% y 21,9%, dependiendo de la variedad.

Además, es rica en magnesio, que ayuda a relajar los vasos sanguíneos, previniendo la constricción y dilatación de los mismos; es gran fuente de riboflavina, vitamina B2, necesaria para la producción de energías adecuadas dentro de las células; reduce la frecuencia de ataques de migraña; contiene fitoestrógenos, sustancia que previene o reduce enfermedades crónicas, como osteoporosis, arteriosclerosis o cáncer de mama.

Juan Pablo Chacón resaltó que la quinua se exporta actualmente a Estados Unidos, Francia, Portugal, Inglaterra, y posiblemente a Rusia, e indicó que los agricultores cuentan con el apoyo de 52 técnicos del Magap.

Los agricultores afirmaron que el cultivo de estos dos productos andinos cuenta con la asistencia de técnicos del Magap, con lo cual consideran que contribuyen a la seguridad alimentaria y al rescate de dos productos nativos con alto contenido nutricional. (I)