Al sector pesquero artesanal ecuatoriano le preocupa la invasión de la flota chinchorrera dentro de las 8 millas náuticas y el incremento de robos de barcos y de motores por parte de la piratería en el mar.

Ayer, en Guayaquil, los representantes de la Federación Nacional de Cooperativas Pesqueras del Ecuador (Fenacopec) denunciaron que estos hechos causaron pérdidas económicas a los más de 1.000 personas que se dedican a esta actividad.

Gabriel Cruz, presidente de la Fenacopec, manifestó que la escasez de los recursos pesqueros dentro de las 8 millas “es caótica”.

“En este momento hay una invasión de los barcos (chinchorreros o bolicheros) dentro de la zona de reserva. Esto significa que quedan menos recursos, por lo tanto, los pescadores hacen sus faenas más afuera”, mencionó Cruz.

En septiembre de 2010, el Ministerio de Agricultura, a través de la Subsecretaría de Recursos Pesqueros, firmó el Acuerdo Ministerial N° 114, en el que se reformó el artículo primero del Acuerdo N° 2305, declarando así área reservada de pesca exclusiva para los pescadores artesanales, la comprendida dentro de las 8 millas náuticas, medidas desde la línea del perfil costanero continental, incluyendo la isla Puná.

Cruz explicó que regularmente un artesano invierte al día $ 60 (combustible, aceite, hielo, etc.) de 05:00 a 16:00, trayendo a tierra solo una gaveta con corvina, la cual es vendida a $ 10 o $ 20, “es decir que el pescador sale a pérdida”.

Hace poco un grupo de pescadores detectó un barco chinchorrero dentro de las 8 millas, el cual fue alejado de la zona de reserva. Si esto continúa, el sector no descarta coger y repartir el producto pescado por un chinchorrero entre las personas de la comunidad.

En cuanto a la seguridad, la Fenacopec indicó que falta control por parte de la Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos (Dirnea) y de las capitanías de Puerto. Esto sucede en puntos como Balao, Conchero y la isla Puná, en Guayas; y en Puerto Bolívar, en El Oro.

“Sufrimos la falta de seguridad en Esmeraldas. En lo que va del año   86 motores fueron robados y 35 embarcaciones perdidas”, indicó Jhonny Pozo, de la Cooperativa 30 de Agosto del cantón Muisne.

Este diario intentó comunicarse con algún representante de la Dirnea, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta. (I)