Hace 6 años, el café Conquistador salió de las perchas de los supermercados, luego de 35 años de presencia. La razón, dijo Juan Carlos Núñez, representante de la marca, fue un sistema de pagos a proveedores que, a su criterio, no les beneficiaba.

Durante ese tiempo la empresa se dedicó a exportar y producir para otras compañías, sin embargo las cosas cambiaron, al punto que hoy están dispuestos a regresar.

Núñez participó el jueves en una ronda de negocios organizada por la Superintendencia de Control del Poder de Mercado (SCPM), en Guayaquil, con la intención de ofrecer a los supermercados locales al menos 10 toneladas del mismo café tostado y molido que nació hace medio siglo, pero con imagen y empaque renovados. “Volver al mercado nos ha resultado difícil, pero ahora nos encontramos con una atención excelente por parte de los establecimientos, ellos están contentos y nos ayudarán a volver”, afirmó Núñez.

La apertura no es casual, de hecho proviene del Manual de Buenas Prácticas Comerciales para el sector de Supermercados, que la SCPM emitió en agosto y que pasó a ser de cumplimiento obligatorio a partir de este mes.

La normativa exige, entre otras cosas, que el 15% de las compras que realicen los supermercados corresponda a proveedores con una facturación menor a $ 250.000 al año, es decir mypimes e incluso emprendimientos de economía popular y solidaria.

Para propiciar el cumplimiento de la normativa, el organismo organiza estos encuentros lo que, según Juan Carlos Jácome, intendente de la zona 8 de la SCPM, “es una colaboración para que los supermercados puedan cumplir con la norma y, a la vez, los sectores que antes no tenían acceso, puedan entrar al mercado”.

“No queremos ser un actor que esté indiferente a la realidad privada”, aseguró el funcionario.

$ 250 millones en productos

Se estima que el mayor de los supermercados del país hace compras anuales por alrededor de $ 1.500 millones y, aunque no hay una proyección exacta de cuántos recursos económicos podrían generar las rondas, la intención es lograr que las mypimes alcancen el 15% de dicho monto, esto es $ 250 millones.

Marcela Morante, asistente técnica de la empresa Molerpa S.A., fabricante de productos veterinarios y de líneas cosméticas para mascotas, dijo que la aspiración, en caso de concretarse un negocio con un supermercado, es pasar de una facturación de $ 250.000 a medio millón de dólares al menos.

Ella señaló que, aunque los productos se venden con éxito en tiendas especializadas y veterinarias, la empresa tenía hace mucho el interés de ingresar a las grandes cadenas de autoservicios, pero no había apertura.

Esta vez las cosas resultaron mejor y ya se firmaron cartas de intención de compra para poder ingresar y luego concretar volúmenes de entrega. “No hemos hablado de eso todavía porque depende de la ciudad y el mercado”, expresó.

Molerpa produce más de 500 kilos de champú para perros a la semana, y cantidades similares en varias líneas más que incluye una de venta exclusiva con receta.

El evento desarrollado en Guayaquil -el segundo en el país- reunió a más de 50 proveedores -en su mayoría de productos alimenticios y artículos para hogar- y ejecutivos de Corporación Favorita, El Rosado, TÍA S.A., Supermercados Santa María, Coral Supermercados y Avícola Fernández.

Juan Carlos Jácome recordó que las relaciones entre proveedores y supermercados no siempre fueron tan fluidas y que esto fue lo que llevó al Gobierno a ejercer un control a través de la normativa. ”Creemos que, en vez de sancionar, debemos buscar espacios para que los empresarios incorporen en sus decisiones los aspectos relacionados a la ley”.

La queja principal por parte de los proveedores hacia las grandes cadenas de supermercados está relacionada al tema de pagos, lo cual ya fue regulado.

El manual establece plazos de acuerdo al monto adquirido: 15 días para compras de hasta $ 50.000; 30 días, de $ 50.000 a $ 250.000; 45 días, de $ 250.000 a $ 3’000.000; y 60 días, de $ 3’000.000 en adelante.

Rubén Salazar, representante de Corporación Favorita, propietaria de Supermaxi y tiendas Akí, aseguró que la relación de la empresa con los proveedores siempre ha sido clara y que, desde hace varios años, el supermercado ha incorporado productos provenientes de este sector de la economía, por lo que no se trata de nada nuevo.

La normativa, establece -además- que las perchas de los establecimientos deben repartirse entre diversas marcas, con el fin de que el cliente tenga libertad de escoger.