Un mayor poder adquisitivo en el ciudadano promedio de Quito haría que esta ciudad concentre más cantidad de empresas y ventas en comparación con Guayaquil, tradicionalmente considerada como ‘capital económica’ de Ecuador.

Según datos del Directorio de Empresas, publicado la semana pasada por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de las 733.977 compañías que hay en Ecuador, Quito tiene el 19%, mientras que Guayaquil concentra el 14%. En tanto que el 58,9% de las ventas se realiza también en esta ciudad de la Sierra.

Roberto Palacios, analista y profesor de la Escuela de Negocios de la Espol (Espae), consideró que un ingreso promedio superior en esta ciudad, frente a otras del país, es lo que justifica las cifras anteriores.

El especialista en finanzas recordó que en Quito se encuentra el mayor empleador, que es el Estado, pero también empresas multinacionales, embajadas, organismos multilaterales, lo que hace que en término promedio haya más empleo y mayores ingresos, y esto es “innegable”.

“Siempre hay alguien que está buscando cómo participar de ese dinero disponible, ya que mucha gente se traslada a vivir allá y hace uso de lavanderías, tiendas, restaurantes, entre otros servicios”, expresó.

El analista Luis Rosero, coincide y recuerda que esto influye en el nivel de empleo y subempleo. “No es casualidad que Guayaquil tenga la mayor tasa de desempleo que otras ciudades”, expresó.

Este indicador se ubicó en el primer trimestre de 2013 en 5,54%, el mayor del país, según el INEC.

En tanto Enrique Macías, vicepresidente técnico de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), opinó que podría existir también una preferencia del empresariado a domiciliarse cerca del centro político del país, para estar ‘próximo a donde se toman las decisiones’. Pero insistió en que se trata solo de una especulación.

Barajando otras posibilidades, Palacios se refirió a su ‘percepción’ de un comportamiento empresarial distinto en cada una de estas ciudades, con una visión más a largo plazo en el quiteño que en el guayaquileño. “El empresario en Quito parecería estar más orientado al posicionamiento estratégico y la competitividad, y el de Guayaquil, a producir y comerciar”, dijo. Aunque aclaró que no existen datos ni estudios al respecto.

En esa línea, las cifras, expuestas por Pabel Muñoz, principal de la Senplades, y que fueron tomadas de las empresas y establecimientos registrados por el Servicio de Rentas Internas (SRI), podrían interpretarse como un desplazamiento de Guayaquil en su calidad de polo económico. “Quito ya no solo tiene esta referencia de capital política, sino de una capital económica importante”, sugirió Muñoz.

Sin embargo, el estudio no deja claro si es que un mayor volumen industrial se concentra en Quito.

Ahora -aclaró Palacios- si se considera como capital económica una ciudad en donde existe mayor cantidad de empresas, conceptualizando este término como negocios que van desde tiendas hasta la gran empresa, entonces sí se podría considerar como tal.

Rosero, de su lado, dijo que por no existir en el directorio una desagregación de comercio exterior por ciudad, “es posible señalar sin lugar a dudas que Guayaquil concentra la mayor parte de las importaciones y exportaciones agropecuarias”.

Empresas grandes y pequeñas
Pero el directorio hace también importantes revelaciones en cuanto a la tendencia emprendedora de los ecuatorianos.

El 89% del tejido empresarial local corresponde a la microempresa con un predominio del comercio, en un 39%, y de servicios con el 38,4%. Sus ventas en 2012 fueron de más de $ 1.337 millones. La empresa grande queda relegada en cantidad a un 0,5%, pero con ventas ese año, de 105 mil millones.

Tal cifra confirmaría el “carácter oligopólico del sector”, según Rosero, pues son las grandes empresas las que generan la mayor parte de la producción y pocas concentran la actividad productiva.

Al contrario, la estructura de mayoría de microempresas dejaría entrever el impacto de la Economía Popular y Solidaria en el quehacer empresarial del país. Esto genera un mayor nivel de empleo, considerando que el comercio es el que lidera la lista de los sectores favoritos para emprender en Ecuador, con el 40,5% del total de las ventas.

El vicepresidente de la CIG coincidió y dijo que estos datos no son más que el resultado de los programas de fomento a la microempresa que ha impulsado el régimen.

Así, la presencia de empresas se multiplicó, pasando en 2011 de 179.830 a 704.556, lo cual observa de forma positiva porque muestra una mayor confianza en el país, y lo que menos “le gusta al empresario es la incertidumbre”.

País sienta bases
Los indicadores presentados también reflejan las bases que se están sentando en Ecuador, a criterio de Palacios. Sucede en un momento en que se ejecuta un plan de sustitución de importaciones y cambio de matriz productiva.

El Gobierno de Rafael Correa proyecta hasta 2017 invertir 47.612 millones de dólares en reducir la pobreza extrema y cambiar el esquema económico.

“Cuando el Estado no permite o facilita la importación de un determinado bien, y es necesario consumirlo, alguien tiene que producirlo, entonces tenemos la oportunidad para que el emprendedor ecuatoriano aproveche este espacio”, propuso.

Lo anterior resulta especialmente positivo en el tema de generación de empleo. “Si algún bien se puede producir eficientemente y de calidad igual, para qué vamos a importar trabajo si podemos crearlo aquí”, comentó.

El creciente optimismo en el país, se fundamentaría además en el gasto público, sobre todo en infraestructura. La construcción de carreteras y proyectos hidroeléctricos son ejemplos de ello.

Para el académico, tal escenario se consolidaría una vez que el país tenga energía más económica, lo que se prevé a partir del 2016, una vez que comiencen a operar las 8 centrales hidroeléctricas previstas a un costo de más de 5.000 millones de dólares.

“El país está sentando bases sólidas para profundizar un crecimiento que ya es notorio en los negocios”, apuntó.

Otro de los resultados de la intervención del Estado, particularmente en el campo laboral, es un registro mayor de ecuatorianos afiliados a la seguridad social, con un porcentaje que creció al 13,6% de 2009 a 2012 y que alcanza los 2’545.723 beneficiarios.

La mayor cantidad de afiliados se encuentra en la gran empresa, con 40%; la micro y pequeña empresa comparten 21%; mientras que la mediana empresa, tipo A y B cubren 9% y 10%, respectivamente.

También, la mayor cantidad de empleados en Ecuador se encuentra en el sector comercial, con 527.213 personas; en la manufactura, con 213.201; agricultura y ganadería, con 198.785; construcción, 135.353; y servicios administrativos, 134.353.

El titular de Senplades destacó la importancia estratégica de estos datos que se encuentran en el Directorio de Empresas. Según consta en el informe, se trata de una herramienta de utilidad para la toma de decisiones en política pública, ya que permite conocer la demografía empresarial y su estructura sectorial, así como una fuente de análisis para los investigadores y la academia sobre la situación del sector empresarial.