Los minoristas de Tulcán quieren convertirse en importadores formales

“Nosotros siempre hemos vivido de los colombianos, ellos ya no vienen porque les quitan la mercadería, entonces no se quieren arriesgar. Ellos nos compran, pero nuestra propia gente no”, cuenta Carmen Cadena, vendedora del Centro Comercial Popular de Tulcán (Carchi).

Ella y su esposo, Galo Mafla, venden jeans de Pelileo, Atuntaqui y Cuenca, los mismos que -según cuenta- se comercializan a un valor más alto al otro lado de la frontera, en Colombia. “Tienen la particularidad de ponerles brillos, bordados otras etiquetas y listo”, dice Mafla.

Los comerciantes piden a la población ecuatoriana que consuma lo nacional porque “es de buena calidad y con precios más cómodos”.

Por ejemplo, un jean en Tulcán cuesta entre $ 18 y $ 20, y el mismo en Ipiales (Colombia), en centros populares, $ 22. En centros comerciales y cadenas de tiendas como Alkosto el valor de un pantalón bordea los $ 32. De igual manera, las chompas ecuatorianas están entre   $ 23 y $ 30, y las botas entre $15 y $ 18, cuando en Colombia, artículos de la misma calidad, cuestan $ 25.  

En un recorrido por centros comerciales como el Gran Plaza Ipiales y otros populares de la calle Séptima, diario EL TELÉGRAFO comparó precios, lo que determinó que artículos tecnológicos como celulares, computadoras, tablets, iPads y televisores cuestan la mitad de lo que valen en el mercado ecuatoriano. Igualmente sucede con productos de limpieza como detergentes y ciertos electrodomésticos, como licuadoras.

Nelson Cano, presidente de la Cámara de Comercio de Tulcán, dice que el ahorro es de al menos el 50%, por ello recuerda que en la época del Mundial de Fútbol (junio-julio pasado), hubo una demanda muy fuerte de televisores. Entre abril y mayo pasado cruzaron de Ecuador a Colombia entre 15.000 y 20.000 vehículos diarios.

Por otro lado, la ropa, el calzado y otros accesorios no representan un gran ahorro, ya que bordean los mismos precios que en Ecuador, como botas a $ 50, zapatos tipo bailarina de $ 14 a $ 30, chaquetas a $70 y carteras pequeñas a $20.

El cambio también es un factor importante para determinar el porcentaje del ahorro. En tiendas como Alkosto entre el miércoles y jueves pasado se aceptaba  1 dólar a 2.060 pesos, pero en el mall el cambio estaba en 2.100 pesos colombianos. No obstante, durante el fin de semana, el cambio correspondía a 2.405 pesos. Es decir, si un televisor de 49’ marca LG, pantalla LED, costó $ 1.844 el miércoles pasado, el fin de semana su valor fue de $ 1.580. A esto se agrega que al momento de pasar la frontera se debe declarar el bien. Por lo que ese mismo televisor (de $ 1.844) sumado la tasa fijada por la aduana de $ 158.14 más el 5% del valor de la mercancía, alcanzaría los $ 2.094,34.

“Las cadenas de comerciantes colombianos que se han promocionado al interior del país no informan que el momento que los consumidores ecuatorianos compran y cruzan la frontera tienen que pagar impuestos”, manifiesta Cano.

Cultura de emprendimiento

Por esta razón la Cámara de Comercio, el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), la Gobernación de Carchi, el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro) y demás instituciones capacitan a comerciantes minoristas para que se conviertan en importadores formales, pues no pagan impuestos.  

“Les quitamos de la mente que para ser importador o exportador tienen que hacerlo con miles de dólares. Hay facilidades, un grupo ya hizo la primera importación por $ 7.000 en octubre y ahora van por la séptima; incluso comerciantes del Chota se quieren sumar”, expresó Francisco Hernández, director distrital de Tulcán de la Senae.

Manuel Espinosa, productor de artículos de cuero que lleva viviendo 27 años en Tulcán considera que no solo se debe trabajar en las importaciones sino crear una cultura de emprendimiento, por ello considera importante el programa Hilando el Desarrollo del Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria (IEPS). “No todos queremos convertirnos en importadores o exportadores sino conformar asociaciones de economía popular y solidaria con nuevos proyectos nacionales”, dijo Espinosa, quien forma parte de 5 agrupaciones que dentro de la contratación pública tienen una ventaja de 50 puntos.

Datos

En agosto de este año la Cámara de Comercio de Tulcán realizó procesos de capacitación junto con instituciones del Estado en temas de exportaciones.

Se capacitó a comerciantes pequeños de Tulcán para ingresar a  un modelo de exportación legal hacia Colombia. Para este fin, el Senae asesoró a los participantes en  los diferentes procesos.

Se les mostró todos los trámites, desde cómo inscribir el RUC como  exportador o importador, hasta la firma electrónica y otros insumos, además tuvieron acompañamiento práctico en los procesos.  

Finalmente se impulsó el fomento de trabajo mancomunado con sus similares de Colombia.