La disminución de las ventas y una nueva normativa de control de locales generan preocupación al sector licorero.

Los depósitos de bebidas alcohólicas al por mayor tienen prohibida la comercialización al por menor (por unidad), según la normativa para la obtención de permisos de funcionamientos emitida por el Ministerio del Interior el 9 de febrero de 2018.

Eddy Castillo Rosas, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores de Licores del Ecuador (Fenacobec), señaló que estas restricciones generan inestabilidad.

“La economía del país y la de estos negocios no están bien; entre más cosas se inventan más problemas se generan”.

Por esta razón, el dirigente presentó ayer una solicitud para la eliminación de esta medida al Ministerio del Interior y a la Presidencia de la República ya que la considera “un atentado al derecho del trabajo”.

Castillo reiteró que no se oponen a los controles y pide que los distribuidores continúen con la opción de vender licor por unidad.  

Aseguró que esta disposición los pone en desventaja frente a las grandes cadenas de supermercados. “Ellos no tienen restricciones. A ellos se les puede comprar 10 cajas, así como una sola botella”.

En el sector de la Bahía de Guayaquil, en las calles Chimborazo y Huancavilca, los distribuidores se muestran preocupados.

Dora Arévalo, propietaria de un comercial de licores, mencionó que las ventas en diciembre no fueron alentadoras y que en estos meses tampoco se han registrado mejorías.

“Nosotros tenemos la necesidad de trabajar, hay muchas personas que dependen de esta actividad, si hay clientes que quieren llevar una sola unidad, la vendemos”.

Paola Morales, administradora de la distribuidora Select Drink, develó otro inconveniente para su actividad. Comentó que para renovar el permiso de funcionamiento para este tipo de negocios se requiere el habilitante de Uso de Suelo. Sin embargo, debido a un cambio en el sistema el Municipio, contó, ya no se lo entrega como distribuidora sino como licorería.

Este cambio de denominación implica que puede operar desde las 14:00 hasta las 22.00, lo cual genera pérdidas, ya que su horario habitual como distribuidora era desde las 06:00.

El pasado jueves la Intendencia de la Policía verificó los permisos de funcionamiento de los locales en la Bahía. Uno fue clausurado por no contar con la documentación respectiva. (I)