La idea de que los cosméticos extranjeros son de mejor calidad que los nacionales tiende a desvanecerse en el mercado ecuatoriano. Aun con ciertas limitaciones, la industria local, de alrededor de 15 empresas, ha tomado en serio la misión de colocar una importante oferta de productos de higiene y cuidado personal, para empezar a posicionarse en el país.

La marca 4 Love and Care, con seis tiendas en Guayaquil, varios canales de distribución y una variedad de 16 fragancias de cremas, jabones y lociones, incluida una masculina, está entre las que luchan por abrirse camino en este competitivo nicho de mercado. El año pasado facturó medio millón de dólares, pese a no haber desarrollado campaña publicitaria alguna.

El resultado sorprendió a sus ejecutivos, que no lo esperaban de una marca con escasos dos años de operaciones y, sobre todo, porque los cosméticos son productos “de impulso”, es decir, que no son de primera necesidad y que “la gente solo compra si le gustan”.

Invertir en este tipo de empresas puede ser arriesgado en un mercado como el ecuatoriano, dominado por artículos extranjeros y de marcas reconocidas como Victoria’s Secrets o Bath and Body Works; sin embargo, María Fernanda León, gerente ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Empresas de Productos Cosméticos, de Higiene y Absorbentes (Procosméticos), se mostró optimista y dijo que hay buenas perspectivas.

Señaló incluso que tras la realización de la feria Expobelleza 2013, que tuvo lugar en Guayaquil la semana pasada, pudieron generarse negocios y concretarse proyectos de inversión para el año que viene.

El 95% de los productos que se comercializan en el país es importado y el 5% es de producción nacional. El sector factura al año entre 1.300 y 1.500 millones de dólares. De este total, $ 65 millones corresponden a productos nacionales.

Industria en crecimiento

Debido a que se trata de una industria naciente, Procosméticos no tiene datos exactos de cuántos recursos mueve la fabricación de cosméticos, pero adelantó, por ejemplo, que las micro, pequeñas y medianas empresas (mypimes) locales ya están elaborando productos propios para cadenas de supermercados y que empresas nacionales como La Fabril están exportando productos de cuidado personal.

En cuanto a la producción de fragancias, se elaboran actualmente líneas de perfumes para diseñadores como Rossana Queirolo, Gustavo Moscoso y Olga Doumet. En esta línea, a su criterio, el potencial es grande debido a la calidad del alcohol ecuatoriano, considerado uno de los mejores del mundo para elaborar fragancias.

Así, el crecimiento del sector estaría en el orden del 20% anual. Los productos de cuidado personal de mayor producción nacional son, entre otros: champús, desodorantes, cremas, geles para el cabello y antibacteriales, enjuagues dentales, jabones, tintes y esmaltes.

Cosmeticorp es una de las empresas con más trayectoria, con 15 años en la fabricación de productos como Flex y Biogel. Anualmente factura alrededor de $ 1’700.000 y produce 300.000 frascos de gel y 150.000 esmaltes, según su propietario Javier Linares.

Lenín Parra, de la distribuidora Dipaso, comercializa y distribuye productos de Cosmeticorp y de otras empresas como Mercantil Garzozi y Otelo, fabricantes de tintes y de productos Wella; también de firmas como Ecobel, que elabora el gel de cabello Rey Saliva, que, según dijo, tuvo un repunte en los últimos 3 años y es líder en el mercado.

Parra indicó que la cosmética capilar es un espacio que se ha explotado hace algunos años en el país; no obstante, en el porcentaje total de ventas de su distribuidora, lo nacional no ocupa más del 25%.

Algunas limitaciones

El negocio del cuidado personal es rentable en todo el mundo, pero generar productos propios requiere de estándares de calidad altos, lo que aumenta considerablemente sus costos de producción.

Para que un cosmético sea considerado como tal, deben manejarse fórmulas exactas y con ingredientes permitidos por la FDA (Federal Drug Administration). Esa es la razón -dijo la titular de Procosméticos- por la que en el país es más difícil desarrollar líneas de maquillaje.

En cuanto a cremas y los populares “splash”, 4 Love and Care invirtió más de un millón de dólares en instalar su planta y en el desarrollo de los productos, pues las fragancias fueron preparadas por perfumistas extranjeros y la materia prima, como el líquido emulsificador de las cremas, es importada.

Linares, dueño de Cosmeticorp, lamentó que en el país no se fabriquen los insumos, pues esto hace que el producto no tenga precios tan competitivos como los de otros países. “Si el costo (de fábrica) de un esmalte aquí es de 65 centavos, el precio (al público) de uno colombiano es de 45. Cómo vamos a competir así”, señaló.

El sector enfrenta además otras limitaciones económicas relacionadas a las tasas de notificación sanitaria controladas por la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa), que se deben cancelar antes de que un producto salga a la venta.

“El principal limitante es que son muy caras”, sostuvo María Fernanda León, quien detalló que para implementar una planta de línea de 10 productos, se necesitarían alrededor de 6.000 dólares.

Parra señaló, no obstante, que el Estado ha dado un importante impulso a la producción local, lo que -dijo- debe ser aprovechado por los industriales.