Religión y gastronomía son dos ejes en los que la industria turística ecuatoriana se mueve por los días de Semana Santa.

“Es un feriado atípico”, dice el director ejecutivo de la Federación Hotelera de Ecuador (Ahotec), Diego Utreras, pues si bien los turistas se desplazan por todo el país, existe una tendencia por los destinos con actividades relacionadas a la festividad católica. Un ejemplo es Quito, en donde se organizan conciertos de música sacra, visitas a templos, vigilias, entre otros actos.

“Son eventos simbólicos, muy representativos, diferentes a otros feriados en los que la gente se moviliza más hacia los destinos de sol y playa”, sostiene.

Algo parecido ocurre en Baños, en la provincia de Tungurahua.

Carmen Luna, propietaria del hotel Luna Runtún, cuenta que en ese cantón no existe mayor diferencia entre feriados y fines de semana normales, pues el pueblo “siempre está lleno”, sin embargo, las actividades turísticas por la Semana Mayor giran en torno a la basílica de la Virgen de Agua Santa.

La iglesia, construida en la década de los 40, recibe entre sábados y domingos un promedio de 6.000 peregrinos, por lo que se espera una cantidad igual o mayor para los próximos días.

“Esta es la iglesia más visitada del país y la única que está abierta todo el año, desde las 05:00 hasta las 19:00. Siempre usted va a encontrar gente allí”, sostiene Luna.

Este cantón tungurahuense tiene una variopinta oferta de hospedaje para sus casi 1’200.000 visitantes anuales, la mayoría, hostales con tarifas de entre $ 10 y $ 15, una pequeña cantidad de hoteles con precios entre los $ 50 y $ 60, y Luna Runtún, que supera los $ 100 por una habitación simple.

También cuenta con 120 restaurantes y 70 operadoras turísticas que ofertan paseos por la ruta de las cascadas y la amazonía.

Utreras menciona que hay poblaciones del norte del país, como las de la provincia de Imbabura (Atuntaqui y Cotacachi), que conservan tradiciones, esto es, representaciones y caracterizaciones religiosas que convocan al público.

Cuenca es otra de las ciudades que espera una considerable concurrencia de gente. Allí, el centro histórico cuenta con 15 iglesias, y en el sur de Guayaquil, la procesión del Cristo del Consuelo reúne a 500.000 personas, con el consiguiente impacto económico a los negocios informales que se generan alrededor del templo, ubicado al sur de la ciudad.

En global se estima que el turismo movilizó en 2013 a un promedio de 1’366.000 personas y generó alrededor de $ 1.250 millones.

Para el 2011, los ingresos en el país por este concepto fueron de 849,7 millones, según la página web de esa cartera de Estado.

El turismo generó alrededor de 100.000 empleos en 2011.

Según la Ahotec, Ecuador ofrece alrededor de 4.500 sitios de hospedaje, de los cuales 450 están afiliados a este organismo.

Preliminarmente, para este feriado, se estima una ocupación de entre el 85% y 90% en los establecimientos.

En cuanto a los destinos costeros se espera la llegada de turistas desde hoy, primer día de feriado. Según Ottón Arboleda, presidente de la Cámara de Turismo de Salinas, uno los balnearios más concurridos por los guayaquileños, hasta el momento hay una reserva del 20%, mientras que en Manta, el hotel Balandra tenía hasta ayer reservado el 60% de sus 57 habitaciones.

Gastronomía y turismo

Pero los hoteles del país no ofrecen solo tarifas especiales en hospedaje, sino también preparaciones tradicionales.

El hotel Unipark tiene previsto vender en este feriado algo más de 550 litros de fanesca, a un promedio de 2.200 personas.

Rommel Flores, gerente del área de Alimentos y Bebidas de ese establecimiento, opina que el tema gastronómico está muy ligado a las prácticas religiosas.

“Como el hotel está cerca de la Catedral, los visitantes acuden a la iglesia y pasan por el restaurante para comer fanesca”, asegura.

Un plato del potaje en la cafetería de ese hotel cuesta $ 8,50 dólares y es elaborado con 12 tipos diferentes de granos, tal y como manda la tradición.

A criterio de Utreras, en los grandes hoteles y sus restaurantes va calando cada vez más la importancia de la gastronomía. Ese plato típico -dice- se muestra en el restaurante más lujoso de un hotel, hasta en la cafetería más pequeña.

De ahí que el Unipark prevé un incremento anual de comensales de alrededor del 15%.

La fanesca, por otro lado, genera el movimiento de ecuatorianos de una región a otra, pues las familias procuran reunirse para compartir el plato.

Para el titular de Ahotec es “tremendamente satisfactorio” el apoyo gubernamental hacia el turismo.

“El hecho de que el Ministerio cuente en los próximos 4 años con un presupuesto de $ 660 millones es algo inédito en la actividad turística”, apunta.