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El Telégrafo
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Los habitantes del cantón Gonzalo Pizarro, en Sucumbíos, han sido empleados en la construcción

Hidroeléctrica Coca Codo estará lista en enero 2016 (GALERÍA)

La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair está en fase de montaje electromecánico. Hasta el momento según datos oficiales la obra alcanza un costo de 1.979,7 millones de dólares. Foto: Miguel Castro | El Telégrafo
La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair está en fase de montaje electromecánico. Hasta el momento según datos oficiales la obra alcanza un costo de 1.979,7 millones de dólares. Foto: Miguel Castro | El Telégrafo
28 de mayo de 2014 - 00:00 - Redacción Economía

En medio de una tupida vegetación y donde llueve los 7 días a la semana se construye la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, ubicada en las provincias de Napo (El Chaco) y Sucumbíos (Gonzalo Pizarro).  La hidroeléctrica, considerada como un proyecto emblemático para el Gobierno, tiene una capacidad instalada de 1.500 megavatios (MW), lo que representa el 36% de la energía que consume el país. Con la obra se aspira a eliminar cualquier posibilidad de apagones futuros y convertir al país en una potencia exportadora de energía eléctrica.

La central  Coca Codo Sinclair está ubicada a cuatro horas de distancia de Quito, en la vía Baeza-Lago Agrio. Parte de su infraestructura, que tiene al momento un avance del 63,67%, se identifica con facilidad al encontrarse a pocos metros de la carretera. Uno de sus  cuatro frentes -la fase de captación- se ubica escasos metros abajo de la confluencia de los ríos Quijos y Salado, en el nacimiento del Coca.  

El proyecto evitará además el consumo de 17 millones de barriles de combustible al año y, con ello, el país se ahorrará  $ 1.360 millones.

Este martes el vicepresidente de la República, Jorge Glas, y el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Esteban Albornoz, visitaron la obra para constatar el avance y la ejecución de uno de los procedimientos más importantes de la construcción: el desvío del río Coca.

Según se explicó, este desvío se realizará a través de: la apertura de las dos ataguías que protegen a la obra de la crecida del río; y el cierre del cauce natural del afluente.
Con ayuda de maquinaria pesada el material será retirado para abrir las ataguías y luego para cerrar el paso del río.

Durante la visita, Albornoz dijo que esta obra cambiará la historia de Ecuador, pues pese a que es un país con un gran caudal hídrico, debe importar electricidad. “Ahora estamos en el montaje de equipamiento electromecánico, ya tenemos las turbinas. Ha sido complejo y duro, pero se ha salido adelante”.

Mientras, Glas catalogó a la Amazonía como el “corazón energético del Ecuador” y adelantó que se espera construir nuevas hidroeléctricas -además de las 8 en marcha-, lo que servirá para sostener el nuevo modelo de desarrollo de Ecuador, que tiene como objetivo el cambio de matriz energética.

Impacto en el desarrollo

Glas recordó que los estudios para Coca Codo Sinclair estuvieron abandonados por dos décadas, pese a la necesidad que tenía Ecuador de construir la hidroeléctrica.
Según explicó, se buscaron esos estudios y se los optimizó para que tuvieran una capacidad de generación de 1.500 MW.

En su intervención, Glas señaló que la nueva Ley Eléctrica ya está en la Asamblea Nacional y que el 30% de los excedentes de Coca Codo se quedarán para la comunidad. Serán materializados en escuelas del milenio, agua potable, generación urbana y otras obras de desarrollo. “Para los jóvenes representa trabajo. Esta energía servirá para nuevas industrias, las cuales generarán un tejido productivo que creará oportunidades para todos. Ese es el gran desafío de esta energía”, manifestó el Vicepresidente.

De acuerdo con el plan gubernamental, la energía renovable de las hidroeléctricas se utilizará en un plan de cocción eficiente que ya está en marcha. Por otro lado, tendrá beneficios medioambientales, pues el país dejará de emitir 11 millones de toneladas de C02. Esto equivaldría a que el 70% del transporte del país deje de circular.

Empleo y servicios

En la obra, encargada a la empresa Synohidro, trabajan directamente 6.896 personas. El 19,58% es de nacionalidad china, y el 80,42%, ecuatoriana. La generación de empleo indirecto se estima en 15 mil, aunque entre los beneficiarios se encuentran también habitantes de Pichincha, Napo, Sucumbíos, Guayas y Manabí.

Mariana Recalde, de 55 años, quien vive en el recinto San Francisco (cantón Gonzalo Pizarro), señaló que el proyecto ha mitigado la pobreza y muchos de los habitantes  desempleados han comenzado a laborar en el proyecto.

La presencia de la construcción les ha servido también para acceder a servicios. “Por mi recinto hay una red de agua potable que lleva el líquido a las comunidades y ahora gracias a estas obras tenemos este recurso”, dijo Recalde.  

De su parte, María Chiliagano, habitante del recinto Alma Ecuatoriana (cantón Gonzalo Pizarro), manifestó que esta obra ha sido de gran ayuda para las comunidades cercanas. “La gente de Alma Ecuatoriana está contenta, nunca fuimos atendidos y ahora vamos a tener muchas obras en la comunidad. Hemos recuperado la esperanza que muchos habíamos perdido. Ahora tenemos un nuevo horizonte: salir de una vez por todas de la pobreza”, destacó emocionada Chiliagano.

Luis Pérez, del cantón El Chaco, provincia de el Napo, mencionó que gracias al proyecto que se construye cerca de la comunidad tienen agua potable, alcantarillado, luz eléctrica, salud, educación y vialidad, lo cual generará desarrollo entre las familias amazónicas. “Nos sentimos orgullosos de que a partir de nuestras tierras se desarrolle todo el país. Las hidroeléctricas y el petróleo van a permitir ese progreso”, destacó Pérez.  

Esta central hidroeléctrica inició su construcción el 28 de julio de 2010 y estará lista para abastecer de energía al país el 28 de enero de 2016, a un costo de 1.979,7 millones de dólares.

DATOS

Los beneficios que le brindará al Estado este proyecto implican un ahorro de $ 2,5 millones diarios por concepto de importación de combustibles y de energía desde Perú y Colombia.

En el tema ambiental se impedirá la emisión de 11 millones de toneladas de CO2.

La inversión es de alrededor de $ 2.000 millones y se financia con recursos del Estado y de la  empresa Eximbank China.

La obra está a cargo de la constructora internacional Sinohydro Corporation de China. La propietaria es Coca Codo Sinclair EP (CCS).   

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