Al menos tres consorcios de empresas se formarían para competir por la adjudicación de la Refinería de Manabí, manifestó Pablo Campana, ministro de Comercio Exterior e Inversiones.

“He visto mucho interés de empresas de China, Rusia, Japón, Reino Unido (...) vino el segundo fondo de inversión más grande del mundo”, destacó Campana.

Hasta el 24 de mayo es el plazo que se han planteado las autoridades para adjudicar el proyecto.

El ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, indicó que las negociaciones permitirán determinar si la reconfiguración de la planta es viable.

Todo dependerá de si las propuestas de los consorcios convienen a los intereses del país, agregó.

“Meses atrás el presidente de la República (Lenín Moreno) dijo que este proyecto se va a cristalizar si es que hay interés del mercado inversionista (...) vamos a hacer todo lo necesario para que el proyecto se dé”, aseguró Pérez.

Entre $ 5.000 a $ 8.000 millones está calculada la inversión por parte del sector privado. La Secretaría de Hidrocarburos será la contraparte pública del contrato.

Pérez añadió que se prepara reuniones particulares  con compañías de China, Estados Unidos e Inglaterra.

El Gobierno tiene como meta ejecutar la obra durante tres años, sin embargo no se descarta ampliar el tiempo si los inversionistas lo sugieren y sustentan.

Ramón Cuevas, representante de la firma mexicana Nuvoil, dijo que el proyecto “es sumamente atractivo” porque ofrece réditos económicos importantes y beneficios tributarios para los inversionistas.

Uno de los puntos que más atraen, agregó Cuevas, es que el abastecimiento de la refinería estará garantizado. Esto porque procesará el crudo producido en los campos Ishpingo Tambococha y Tiputini (ITT).

La refinería está considerada como una Zona Especial de Desarrollo Económico (ZEDE), por lo que quien obtenga el contrato gozará de exoneraciones y reducciones de tributos como el impuesto a la renta. (I)