Al llegar a los 40 años hay algo que preocupa más que los cambios inevitables en el cuerpo, el metabolismo y las canas (claro, para aquellos que conservan el cabello)... “Lo peor que puede pasar a partir de esa edad es perder el empleo”, dice Daniel Fernández.

Él trabajó 8 años en una empresa que quebró en 2016 y desde allí siente el rechazo de los empleadores que ha visitado. “Tenía 43 cuando eso pasó. No sabía qué hacer, no tenía idea de cómo actualizar mi CV (currículum vitae). Por días no pude contarle a mi esposa pues tenemos 2 pequeños y fingía que salía a trabajar”, dice el publicista quiteño.

Esa realidad la comparten unas 76.000 personas mayores de 40 años en Ecuador que no tienen trabajo. Según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo, realizada por el INEC, en junio de este año la tasa de desempleo para mayores de 40 es del 2% y existen 3,8 millones de personas de ese rango de edad que pertenecen a la población económicamente activa.

En ese 2% hay ecuatorianos con formación superior, como Daniel, y también otros quienes dedicaron toda su juventud a oficios de mano de obra. A muchos de ellos es común encontrarlos todos los días en la esquina de las avenidas De los Granados y 6 de Diciembre, en Quito.

Son pintores, obreros, electricistas o plomeros que buscan un trabajo. “Llevo más de un mes sin ningún contrato”, cuenta Marcelo Cevallos, de 62 años. A él muchas veces le ha tocado vender sus herramientas para comprar comida para su familia. “Desde que cumplí 40 cada vez es más difícil que alguien me contrate”, recuerda.

Lo mismo le pasó a Floirán Cubas, de 45 años. Él era albañil, pero ya no lo aceptan en las obras. Por eso ahora vende aguas de sábila, polen y linaza en las calles. 

Daniel se siente igual que Floirán: “no estoy viejo, pero las empresas sí me juzgan por los años, creen que ya no soy capaz de trabajar con ganas como alguien de 20”.  Él ha ido a unas 8 entrevistas, pero aún no tiene éxito.

Marcia López, comunicadora, de 45 años, vive una situación similar. Dejó su empleo para hacer una maestría en España. Desde ahí nunca más consiguió trabajo. Ahora vende postres y manda su hoja de vida a los anuncios de su profesión que ve en la web.

Sergio Vera, director comercial de Multitrabajos.com (portal para buscar empleo que nació hace 18 años), afirma que en los últimos 6 años los usuarios registrados se han cuadruplicado. “Antes teníamos entre 7.000 y 8.000 nuevas hojas de vida cada mes, pero en la actualidad son 35.000 en ese mismo periodo de tiempo”.

Al momento, Multitrabajos.com tiene 2,5 millones de currículos activos en Ecuador, de los cuales el 15% pertenece a mayores de 40 años.

Él explica que sí es más difícil que los usuarios de esa edad consigan empleo. “Nosotros como Multitrabajos no ponemos filtros de edad, pero las empresas interesadas en reclutar sí los ponen y, dependiendo del cargo, por ejemplo, muchas veces solo ven las hojas de vida de candidatos hasta los 35 años”.

Además, señala que todo depende de qué buscan las empresas y de sus políticas internas. Por ejemplo, explica que las fábricas buscan mano de obra joven, mientras que para altos mandos sí priorizan los años de experiencia.

Aunque las cifras de registro son menores, comparadas a Multitrabajos.com, la Bolsa de Empleo de la Agencia de Promoción Económica, ConQuito, tiene 8.003 hojas de vida registradas, hasta agosto, de las cuales 373 son de mayores de 40 años.  

Álvaro Maldonado, secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio de Quito, sostiene que de ellos 81 cuentan con estudios superiores. Él dice que los desempleados mayores de 40 optan por tener un emprendimiento, como el caso de Marcia que vende postres.

Para Olga Neira, directora de Talento Humano en la empresa Empaqplast S.A., la edad no es un factor limitante. “En una contratación vemos la experiencia laboral del candidato, sus capacidades al resolver los conflictos de su área, sus competencias, la madurez emocional, la seguridad y la empatía que demuestre en la entrevista”.

Esteban Tapia, abogado experto en temas laborales, concuerda con ella y recalca que “ni el Código de Trabajo ni la Constitución ponen condicionantes para una contratación, al contrario, fomentan la inclusión. Por eso sí hay compañías que buscan gente especializada”.

De hecho, sí existen varias entidades que valoran la experiencia específica de los mayores de 40. Una de ellas es el Consorcio Línea 1 Metro de Quito donde 752 personas, que representan el 40,13% de sus empleados directos, tienen más de 40 años. La mayoría trabaja en el área de Producción.

Asimismo, en Nannys Home, empresa de niñeras a domicilio, el 50% de ellas supera esa edad. “Más allá de sus años, las evaluamos por la vocación, experiencia y responsabilidad. Además, las capacitamos continuamente” señala Carolina Saa, gerente general.

Una clave para las personas mayores de 40 y 50 años es que se mantengan actualizadas en el mercado laboral. Por ejemplo, que demuestren su capacidad de aprendizaje y que tengan cuentas activas en Twitter, LinkedIn y Facebook para demostrar que están familiarizadas con el entorno digital y para asumir más retos. (I)