"El seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) presenta un déficit de caja creciente", fue el mensaje que planteó el economista Augusto De la Torre durante la presentación del diagnóstico del sistema de pensiones de (IVM) del Ecuador, este 23 de abril de 2021.

Según el análisis del equipo técnico del Banco Mundial, dirigido por Augusto De la Torre y Heinz Rudolph, en el Ecuador existe un sistema diseñado de tal forma que los beneficios que el trabajador obtiene cuando se jubila son mayores a los aportes que realiza en su vida laboral. El cambio demográfico en el Ecuador haría que no haya suficientes aportes para financiar las jubilaciones y por tanto se produce el déficit de caja.

Actualmente, los aportes al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) que realizan lo jóvenes subsidian las jubilaciones que se asignan a la población por invalidez, discapacidad o vejez. El sistema de pensiones es sostenible en la medida que la demografía del país lo permita y existan ocho jóvenes aportando cada mes por cada jubilado. Al momento, en el país solo existen cinco jóvenes por cada jubilado, lo que genera un déficit fiscal.

Según las proyecciones de la organización multinacional, en el 2040 el Ecuador tendrá solo tres jóvenes por jubilado. "El subsidio intergeneracional termina siendo una carga para todos los ciudadanos que pagan impuestos. Esta situación desembocará en presiones fiscales explosivas”, dijo De La Torre.

Las conclusiones del análisis realizado por el equipo técnico del Banco Mundial se resumen en que la reforma es impostergable, pues el sistema de IVM a la fecha sería financieramente inviable y fiscalmente insostenible. Sin reforma, se tendría que reducir drásticamente las asignaciones fiscales para gastos sociales prioritarios como educación, salud, asistencia social, infraestructura, etc.

De la Torre sugirió, incluso, que se deberían revertir las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), aprobada recientemente por la Asamblea Nacional, donde se plantea, entre otras cosas, el aumento de salarios a los profesores, pues el país no tendría los recursos necesarios para el financiamiento que exigen las reformas.

Este insumo de recomendaciones deberá ser analizado por el próximo Gobierno, quien tendrá la decisión final frente a los ajustes que se realicen al sistema pensional de la seguridad social del Ecuador.