La visión y la perseverancia que tuvo Howard Schultz, hijo de una familia humilde de origen judío, fue clave en el éxito de Starbucks, la compañía de café más grande del mundo, con más de 24 mil locales en 70 países.

Después de gerenciar en Estados Unidos al fabricante sueco de cafeteras de goteo, Hammarplast, llegó a Starbucks en 1980 como director de operaciones minoristas y marketing.

La firma, que debe su nombre al capitán Starbuck, de la novela Moby Dick publicada en (1851), había sido fundada en 1971 por tres amigos y estudiantes de la Universidad de San Francisco, para la venta de granos de café tostado de alta calidad.

Con la llegada de Schultz, Starbucks comenzó a proporcionar el grano a finos restaurantes y bares de café expreso.

En un viaje que hizo a Milán (Italia) quedó asombrado con la popularidad de los bares exprés y convenció a los fundadores de la empresa de probar el concepto de cafetería y en el centro de Seattle se sirvió el primer Starbucks Caffè Latte.

Sin embargo, los propietarios se negaron a implementar la idea en toda la empresa y Schultz abandonó la compañía en 1985. Con otros tres socios reunió $ 400 mil y pudo abrir la primera tienda e iniciar el negocio en 1986, con el nombre de Il Giornale, como el periódico milanés.

El local, que ofrecía helados además de café y bebidas exprés elaboradas con granos de café Starbucks, tenía pocos asientos y tocaba música de ópera de fondo para recrear una experiencia italiana.

Dos años más tarde, Schultz compró la unidad minorista de Starbucks por $ 3,8 millones. Adoptó ese nombre en su negocio y empezó  la expansión de la firma por Estados Unidos y llegó a Vancouver (Canadá). Para entonces ya eran 17 locales.

Starbucks abrió plantas de café tostado. En 1995 comenzó a servir bebidas mezcladas Frappuccino y al año siguiente embotelladas.

La marca del logo de la sirena de dos colas, que evoca el romance de alta mar y la tradición marinera de los primeros comerciantes de café, llegó también a Japón y Singapur.

En 2006, Starbucks lanzó la primera copa de bebida de papel de la industria que contenía fibra reciclada posconsumo y abrió tiendas en Brasil y Egipto.

Al año siguiente eliminó las grasas trans artificiales e hizo que el 2% de la leche sea el nuevo estándar para las bebidas de expreso. Sus establecimientos llegaron a Dinamarca, los Países Bajos, Rumania y Rusia, con un número total de 15.011 locales en el mundo.

En los últimos 10 años la firma se innovó y se abrió camino en el negocio digital a través de aplicaciones y redes sociales del Internet. Lanzó Cold Brew con café helado y Evolution Fresh batidos artesanales.

Starbucks no solo produce y vende café elaborado. También ofrece otras  bebidas calientes y frías, además de bocadillos y artículos como tazas, termos, café en grano, libros y CD de música.

Schultz tuvo la visión de proporcionar a la comunidad un lugar para conversar... un tercer lugar entre el trabajo y el hogar. (I)

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ALGO MÁS

Algunos reconocimientos a Starbucks
Fue elegida una de las compañías más admiradas de América por la revista Fortune en 2003 y 2015 y una de las compañías más éticas del mundo por el instituto Ethisphere en 2007-2015.

Empleador del año y más
También fue empleador del año en los Premios Anuales de Liderazgo de la red de liderazgo empresarial de EE.UU., en 2014. En 2015, la Fundación Campaña por los Derechos Humanos le otorgó el 100% de calificación en el índice de igualdad corporativa.

Howard Schultz, su director ejecutivo
Fue uno de los CEOs mejor calificados por Glassdoor, en 2014. Fortune lo eligió uno de los 50 mejores líderes del mundo en 2014 y persona de negocios del año en 2011. (I)