Madrid, España.- Tahití es la gran novedad de la Copa Confederaciones Brasil 2013, una selección plagada de aficionados que inesperadamente logró la plaza al ganar la Copa de Naciones de Oceanía en 2012 y que pasa por ser la cenicienta del torneo, aunque su apodo dice todo lo contrario, puesto que sus jugadores son conocidos como los “Toa Aito” (guerreros de hierro).

Situada en el puesto 125 del ránking de la FIFA, la Selección tahitiana disputará por primera vez en su historia un gran torneo universal absoluto, ya que tan solo tiene como referencia su participación en el Mundial Sub-20 de Egipto 2009, donde acabó última de su grupo tras ser goleada por España (8-0).

Todo apunta a que les ocurrirá igual en esta Copa Confederaciones, no obstante quieren demostrar su evolución, aunque todavía distan mucho de los rivales a los que se enfrentarán en el grupo B: Nigeria (vencedor de la Copa Africana de Naciones 2013, en Sudáfrica), España (campeona del mundo en 2010, en Sudáfrica) y Uruguay (vencedor de la Copa América 2011, en Argentina).

Su objetivo no puede pasar de cumplir un sueño, medirse a grandes figuras del mundo futbolístico, evitar ser goleado para no convertir su participación en una pesadilla y aprender todo lo posible.

Quieren demostrar su evolución, aunque todavía distan mucho de los rivales a los que se enfrentaránLa mayoría son aficionados (un tercio de los futbolistas incluso está en paro debido a la crisis que azota a esta isla), tan solo tiene un jugador profesional, el delantero Marama Vahirua, muy conocido por su periplo en Francia (Nantes, Niza, Lorient y Mónaco) y la última campaña en el Panthrakikos griego, y sus celebraciones simulando a un remero como tributo a su país y a la embarcación típica de la Polinesia Francesa, el Vaa.

El capitán de los “Toa Aito” es Nicolas Vallar, un central que ha jugado en la segunda división francesa ante la ausencia de Naea Bennett, declarado mejor jugador de la Copa de Naciones de Oceanía, disputada en las Islas Salomón, donde se convirtió en el primer país que ganaba el torneo sin ser Australia o Nueva Zelanda.

En el equipo oceánico están cuatro miembros de una misma familia, Alvin, Jonathan, Lorenzo y Teaounui Tehau, tres hermanos y un primo respectivamente. También figura Steevy Chong-Hue, autor del gol de la final continental ante Nueva Caledonia, y el único que no nació en Tahití.

Ahora la intención es dar la mejor imagen posible en la Copa  Confederaciones y centrarse en la organización del Mundial de Fútbol Playa que se disputará en septiembre, torneo en el que se volcará la isla más grande de la Polinesia Francesa, de unos 270 mil habitantes, dotada de un estatuto de autonomía interna con su propia asamblea y presidente.