Hay una anécdota que pinta de cuerpo entero a Diego Simeone, el exitoso técnico argentino del flamante campeón español Atlético Madrid, que hace un culto del lema ‘jugar con el cuchillo entre los dientes’. En 1982, cuando se iniciaba en las divisiones menores de Vélez Sársfield, le tocó ser alcanzapelotas en un partido entre su club y el popular Boca Juniors.  

El arquero boquense, el inolvidable Hugo Orlando Gatti, salió a despejar una pelota fuera del área pero rebotó en la barandilla de la platea y volvió a entrar a la cancha. El ‘Cholo’ entonces demostró su filosofía: le tiró rápido otra pelota al jugador velezano Mario Vanemerak. Gatti se quedó mirando el otro balón, el que él había despejado y estaba dentro del campo, y el futbolista velezano casi convierte con un disparo que pasó apenas junto al palo. El árbitro Juan Carlos Lousteau se acercó a Simeone y le sacó tarjeta roja. “Hasta de alcanzapelotas me echaron”, suele bromear.

Once años después, Simeone definió la final de la Copa América de Ecuador 93 haciendo gala de esa misma viveza. Sacó rapidísimo un lateral por derecha hacia Gabriel Batistuta, cerca del área de México, con la defensa dada vuelta, y el delantero albiceleste marcó el definitivo 2 a 1. Argentina era campeón gracias a una avivada del ‘Cholo’. (IR AL ESPECIAL: LA OREJONA SE QUEDA EN MADRID)

En la Selección fue simplemente un caudillo. Jugó los Mundiales de 1994, 1998 y 2002, y fue campeón de la Copa América de 1991 y 1993. Disputó 106 partidos y convirtió 11 goles, lo que no es poco para un volante defensivo.

“Simeone es un apasionado. Jugaba y ahora dirige con pasión, con ganas, con alma, con el corazón”, dice a EL TELÉGRAFO Juan Carlos ‘Chango’ Cárdenas, exdelantero del seleccionado argentino en la década del 70 y autor del gol que le dio a Rácing la Copa Intercontinental de 1967 ante el Céltic escocés, el primer gran título del fútbol argentino.

Cárdenas, considerado una gloria del fútbol nacional, destaca que Simeone “tiene un modo de trabajo muy singular: su estilo es el trabajo, mucho trabajo y sacarle lo mejor a cada jugador, pero siempre en beneficio del grupo. Para él, el grupo es esencial. Le exprime lo mejor a cada jugador y lo traslada en función del equipo”, afirma.

Simeone es un hombre pasional y obsesivo con el trabajo. La pasión quedó plasmada cuando decidió retirarse como jugador en el club de sus amores, el Rácing Club, a pesar de que había hecho toda su carrera argentina en Vélez. En el medio, había tenido una excelente carrera colmada de éxitos en el Pisa, Inter y Lazio de Italia, y en el Sevilla y el Atlético Madrid de España, con el que se coronó campeón como jugador en la temporada 1995/96 con un doblete en la Liga y la Copa del Rey.

En Rácing, Simeone se retiró como jugador y comenzó su carrera de técnico en 2006. Soñaba con coronarlo campeón, pero los resultados no se le dieron a pesar de una seguidilla de victorias en el final de su gestión. Entonces se fue a Estudiantes de La Plata, donde sí dio la vuelta olímpica en el torneo Apertura 2006.

Luego, obtendría el Clausura 2008 con el popular River Plate, aunque en el torneo siguiente terminó último. Su carrera lo llevó a San Lorenzo y más tarde, tras un fugaz paso por el Catania italiano, al que salvó del descenso, volvió a Rácing, al que llevó al subcampeonato en el torneo Apertura 2011. No haber sacado campeón al equipo del que es hincha es sin dudas una asignatura pendiente en la personalidad del ‘Cholo’.

Simeone se fue de Rácing sabiendo que llegaba a un club del que era ídolo, el Atlético Madrid, donde fue un baluarte como jugador. Tomó entonces las riendas de un plantel debilitado que, a fines de diciembre de 2011 estaba a solo 4 puntos del descenso.

En solo 3 años Simeone llevó al popular ‘Atleti’ a la cima europea: conquistó la UEFA Europa League, la Supercopa de Europa, la Copa del Rey y ahora la Liga española. Con un condimento extra: mañana su equipo jugará la final de la Champions League en Lisboa, nada más ni nada menos que frente a su archirrival, el poderosísimo Real Madrid de Cristiano Ronaldo.

Hoy el ‘Cholo’ se ha convertido en una leyenda entre los hinchas de su Atlético, un hombre amado por media Madrid y respetado en toda Europa y el mundo.

Su estilo sobrio –siempre bien vestido con los mejores trajes-, su vida recatada lejos de los escándalos y su juventud y trabajo lo han catapultado como uno de los técnicos de más futuro en el mundo.

¿Y la Selección Argentina? El mismo Simeone suele asegurar que, por decantación, se hará cargo algún día del equipo ‘albiceleste’, tan falto de títulos en los últimos 20 años. Si esa posibilidad se dará después del Mundial, en caso de que Argentina ‘no dé la talla’ en tierra brasileña, es aún un misterio.

“Puede ser” un gran candidato, dice el ‘Chango’ Cárdenas, uno de los ídolos de la infancia de Simeone. Pero algo es cierto: aquel niño que ya como alcanzapelotas jugaba ‘con el cuchillo entre los dientes’, se ha convertido, a los 44 años, en uno de los mejores estrategas del planeta.