La frase es impublicable. Ni el mismo Ronald Campos se atreve a repetirla tres años después de que se produjo el supuesto incidente con el árbitro Omar Ponce, durante un partido entre El Nacional y Deportivo Cuenca en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito.

Según el jugador, que esta temporada reforzará a Macará, el réferi le dijo "Negro care…", cuando le mostró su desacuerdo con una de sus decisiones. “Fue un hecho realmente traumático. No esperaba que un árbitro se refiriera así a un futbolista”, explicó el delantero oriundo del Valle del Chota.

Ponce negó, en su momento, las acusaciones de Campos. Dijo que el jugador estaba equivocado y que había escuchado mal.

Pese a eso, la Comisión de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) inició, de oficio, una investigación. Pero por falta de pruebas no estableció sanciones.

Ponce alegó entonces que el jugador Javier Chila había escuchado lo que él dijo, pero ni siquiera se lo llamó para escuchar su versión sobre los hechos. Campos esperaba que la dirigencia del cuadro “chulla” asumiera el caso e impulse una investigación prolija, pero el club no lo hizo.

A criterio del futbolista, la Ecuafútbol debe empezar a establecer sanciones debido a que es común entre los hinchas emitir sonidos similares a los que hacen los monos cuando algún jugador negro tiene la pelota en su poder. “Eso es un gesto de intolerancia que debe ser corregido con rigurosas sanciones”, enfatizó Campos.