Blanco agradece al presidente Correa por respetar el Movimiento Olímpico
Alejandro Blanco, mediador del Comité Olímpico Internacional (COI) para el conflicto entre el gobierno y las federaciones ecuatorianas, envió una carta al presidente del país, Rafael Correa, con el que se entrevistó el 25 de este mes, para agradecerle su "respeto a la independencia del Movimiento Olímpico".
Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, remitió esta carta desde San Petersburgo (Rusia), donde asiste a la convención anual de federaciones deportivas Sportaccord y ayer presentó la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2020.
En la misiva, el dirigente español agradece a Correa su compromiso para resolver el problema, le felicita por anteponer los intereses de los deportistas de su país y elogia su apoyo al nuevo camino emprendido para celebrar elecciones en las federaciones ecuatorianas.
Según dijo Blanco, el día 7 de junio viajará de nuevo a Ecuador para entrevistarse un día después con el ministro del Deporte, José Francisco Cevallos, "y empezar a formalizar el proceso para las nuevas elecciones".
El conflicto en el deporte ecuatoriano parte de la intervención por el gobierno a las federaciones deportivas, debido a que 40 de estas no se ajustaron a los requerimientos de la Ley del Deporte, en la que se pedía constituir clubes de alto rendimiento y convocar a nuevas elecciones de directorios.
Aunque el COI llegó a un acuerdo con el Ministerio antes de los Juegos de Londres para salvaguardar la independencia del movimiento olímpico, tras los Juegos el proceso siguió su curso y la mayoría de las federaciones celebraron elecciones bajo el mandato de los interventores.
Como consecuencia, varias federaciones internacionales se han negado a reconocer a los nuevos directorios y se resisten a inscribir a sus deportistas en las competiciones.
Blanco, designado por el COI mediador en este conflicto, obtuvo el pasado 25 de mayo el compromiso de Correa de solucionar el problema y se llegó al acuerdo de crear una nueva comisión, con la participación de las federaciones internacionales; esta regularía nuevas elecciones de directorios y sus resultado serían reconocidos por todas las partes.