Andrés Lazo se mostró dolido por la presea de bronce que se adjudicó en C-1 200 metros durante los X Juegos Suramericanos en Chile. En su viaje a Santiago quería escuchar el himno de Ecuador en lo más alto del podio, por lo que volvió al país con ‘sed de venganza’ de conquistar la Copa del Mundo en Italia y Hungría.

¿Qué considera que le faltó para llegar primero en los C-1 200?
Ganas no me faltaron. Al igual que todo deportista, anhelo siempre ganar la medalla de oro. Pero por mala fortuna, o más bien una falla técnica que tuve, perdí la chance de ser campeón suramericano.

¿Cuál fue esa falla técnica que le hizo perder la dorada?
Netamente fue un error mío. Yo iba adelante hasta los primeros 150 metros -más o menos- y, por no tener alguien o algo con qué medirme, me confié. El brasileño y el chileno venían por los carriles 7 y 8; yo, en cambio, circulaba por el 3. Eso fue lo que me impidió tener visibilidad para que ellos con su ‘sprint’ final me saquen distancia.

¿Considera positiva la derrota ante el brasileño y el chileno?
Creo que sí, porque de los errores uno siempre aprende. Ya me queda de experiencia que tengo que saber tomar decisiones en esas milésimas de segundos para no volver a perder la oportunidad de llegar primero a la meta. Tampoco debo confiarme en que gané cuando aún no atravieso la meta.

Ahora, con esa mala experiencia, ¿qué es lo que deberá trabajar para no volver a caer en el error de ir adelante y dejarse pasar?
Tengo que trabajar primero en la confianza y seguridad en mí mismo, luego en reforzar los ejercicios de velocidad y forma de palear.

¿Quiénes serán los rivales a vencer en las Copas del Mundo?
En esas copas ya no serán los brasileños ni chilenos. Los rivales a vencer serán rusos y húngaros, que se caracterizan por ser potencias.

¿Al brasileño Nivalter Jesús y al chileno Álvaro Torres -quienes le ganaron en JJ.SS.- ya los había vencido anteriormente?
En algunas ocasiones. Con ellos nos hemos enfrentado algunas veces, con triunfos para ellos y otros para mí. Sinceramente, yo sí les hubiese podido ganar en Santiago. Espero, ahora con la derrota en Chile, no volver a caer en ese error que me costó  perder la de oro.

Las 2 jornadas de entrenamiento se han intensificado, de cara a las Copas del Mundo...
Por supuesto, el objetivo es ser protagonistas entre los mejores del mundo. Por eso, junto con el ‘coach’ Sebastián De Cesare y los demás integrantes del equipo, ya hemos planificado las prácticas de 07:00 a 11:00 y de 14:00 a 17:00, todo con la intención de corregir y llegar en las mejores condiciones a los torneos en Europa. Solo los domingos descansamos. Como dije a mis amigos: si para los Odesur me preparé al 200%, para las Copas del Mundo iré al 1.000%.

Eso conlleva a sacrificar el tiempo con su familia y amigos...
Es verdad. Todos quienes me rodean ya saben cómo es esto. Ahora para los Odesur fue lo mismo. Estuvimos concentrados en Carpuela (en el CEAR) por tres semanas. Allá no teníamos ningún tipo de distracción. O te concentras o te concentras. Era lo único que había. Pero bueno, eso sabemos todos los deportistas. El sacrificio de estar lejos de la familia es para llegar a ser el mejor en lo que hace.
Al final, esto vale la pena porque la familia estará orgullosa de uno, así sea que gane o pierda.

¿Es esta su primera medalla en Juegos Odesur en los 200 m?
Quedé cuarto en los Juegos Odesur de Medellín 2010; allá gané oro en los C-1 500 metros, prueba que ya dejó de ser olímpica. Ahora en Chile, sí, es mi primera presea en los C-1 200. Recuerdo que el primer metal para Ecuador en canotaje, lo cogieron en Buenos Aires 2006 mi presidente Ossean Frydson y mi entrenador Miguel Chávez. Yo, ese año, con 16 años, me ubiqué cuarto.