Mónica Vargas gritó “Viva el Ecuador, carajo”, cuando vio a tres de los deportistas ecuatorianos que ganaron medallas en el Campeonato Panamericano de Kick Boxing, que se celebró en Brasil el pasado fin de semana. Ella y el resto de su familia los recibieron ayer en el aeropuerto Marsical Sucre de Quito.

Tal vez pocos entendieron el grito de Mónica, menos por qué llevó globos amarillos, azules y rojos. Pero esa fue la mejor forma que se le ocurrió para dar la bienvenida a su hijo, Diego Cevallos, quien se adjudicó dos medallas de oro en el certamen continental juvenil. 

Diego obtuvo esos triunfos tras ganar las finales de las modalidades semicontact y light contact en la categoría menos 48 kilogramos. Con él arribaron Gonzalo y Édison Gómez, hijo y padre, protagonistas también de destacadas actuaciones.

Gonzalo logró dos preseas de oro en la división 55 kilogramos de semicontact y light contact de la brega juvenil. Edison alcanzó dos medallas de plata en la serie más de 85 kilogramos del torneo máster.

Tras su llegada, los exponentes se reunieron con Beber Espinoza, entrenador de la Selección Ecuatoriana de Kick  Boxing, que no viajó por falta de recursos.

Espinoza dijo sentirse orgulloso de sus pupilos, porque, pese a no tenerlo en la esquina de competencia, se aplicaron bien y consiguieron los “objetivos trazados”.

También felicitó a los otros exponentes del equipo nacional que viajaron a Brasil. Destacó el desempeño de  Omny Zamora, ganadora de una presea de oro en la serie más de 90 kilogramos de la división light contact y de una medalla de bronce en semicontact.

Juan Chamba se adjudicó una presea de oro en la clase menos de 51 kilos low  kick. También resaltó las medallas que obtuvieron Julio Olmedo y Luis Vaca.

Debido a sus actuaciones, estos peleadores clasificaron a los Juegos Mundiales de Deportes de Combate, programados para agosto de 2013, en Rusia.

La principal preocupación de los deportistas es conseguir financiamiento para prepararse de manera adecuada y luego viajar a esa cita deportiva.