Los hermanos Tenorio dejaron sus huellas en The North Face
Los parlantes anunciaron el arribo del primer competidor de la exigente prueba de los 80 kilómetros. Se había anticipado que el norteamericano Michael Guardian lideraba restando pocos minutos para llegar a la meta, pero ante la sorpresa general y del propio anunciante, con una voz destemplada daba a conocer el arribo del ecuatoriano Franklyn Tenorio como triunfador de la carrera en medio de la alegría y aplauso de los presentes.
Con sus 43 años a cuestas, él y su hermana Martha volvieron a ser noticia en el ámbito deportivo del atletismo. El primero como ganador de los 80 kilómetros y la segunda en los 10 kilómetros damas.
Los dos hermanos, con notoria felicidad, dieron a conocer sus experiencias, luego de haber concluido su participación en el evento que congregó a centenares de aficionados en la población de Malchinguí, en un día que tuvo una gran variación climática, desde el frío intenso en horas de la madrugada a un calor sofocante luego del mediodía y en la jornada vespertina que cerró la competencia nuevamente frío y viento.
“El esfuerzo fue agotador, me quedé como cinco minutos parado, porque son esas cosas que suceden. Por más que fui preparado con geles y sales minerales para hidratarme, fue desgastante y eso repercutió, pero la fortaleza mental, la madurez que tengo, me hizo vencer esa adversidad que tuve”, dijo el atleta y actual presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo, al referirse a la contractura experimentada kilómetros antes de llegar a la meta.
Los kilómetros 53 y 65 los calificó como terribles, porque fue justamente en los cuales experimentó la dolencia antes referida, pero pudo superarla a base de concentración mental, según reveló, sin dejar de mencionar que el paso por la laguna de Mojanda fue otro momento crítico, por lo agreste del terreno y la vegetación tupida. “Creo que todos terminamos con melladuras en las piernas, pero eso es parte del oficio y de la carrera, características de este tipo de eventos. Quiero destacar la organización, la logística y estoy muy complacido porque es un ecuatoriano el que se ha llevado el triunfo”, precisó Tenorio.
Franklyn volvió a correr luego de su participación en el maratón de Boston en abril pasado y es la primera ocasión que lo hace en una carrera de montaña, aunque comentó que su entrenamiento ha sido desarrollado en estas condiciones y en diferentes circuitos, pero el hecho de competir y estar con rivales de otras partes del mundo lo hace difícil, dijo, al reiterar su felicidad por haber ganado, manejando los tiempos y sorteando dificultades de orden sanitario.
El fondista de Salcedo no se había enterado del triunfo de su hermana Martha en los 10 kilómetros. Ella no había desarrollado un plan de entrenamientos, pero la experiencia y los años de estar en este deporte le han permitido tener ese nivel competitivo. “Mis felicitaciones para ella (Martha) y qué bueno que sigamos dando ese ejemplo a la niñez, a la juventud y a la gente que gusta de este deporte extremo”.
Por su parte, Martha no tenía en sus planes participar en la carrera. La noche anterior (viernes) había acompañado a su hermano al campamento base, para darle ánimo y transmitirle su fortaleza espiritual. Relató que el día de la carrera (sábado) intentó lograr su inscripción para la prueba de los 10 kilómetros y ventajosamente pudo lograrlo.
“Vuelvo a correr como a los 7 años. Después de que me embaracé, mis niños (gemelos) van a tener cinco años; dos años que estuve afuera sin hacer nada de atletismo, pero al tener la inscripción mi idea era otra: apoyar a mi hermano moralmente dentro de la carrera”, manifestó Martha.
De vuelta a esta actividad que la lleva muy adentro, su ilusión es competir en el Campeonato Mundial Máster.
“Esto ha sido un incentivo muy grande para mí al volver a la actividad; acá (Malchinguí) prácticamente vine sin haber entrenado, tengo a mis dos niños aquí que están de vacaciones, hago de mamá las 24 horas del día, pero me doy un tiempo para por lo menos salir a correr, no a entrenar porque eso es diferente. No hice nada de entrenamiento, pero como dicen: al buen músico el compás le queda”.
Destacó que este tipo de eventos son nuevos en el país y hay que apoyarlos “para mostrarle al mundo que Ecuador tiene sus paisajes, sus atletas y tiene todo”.
En torno al recorrido remarcó que fue muy difícil y exigente, prueba de ello es que sufrió el desprendimiento de dos uñas en un pie: “En una bajada muy pronunciada sentí que se me levantaron las uñas, pero esos son gajes del oficio y hay que aceptarlo”.
Los 50 kilómetros fueron un real desafío para los 180 competidores. Bernardo Sevilla arribó a la meta en primer lugar y sus reflexiones estuvieron enmarcadas en esta segunda participación en el The North Face en Malchinguí.
“Corrimos al límite (con su compañero Iñigo Urizaga). Desde los 40 kilómetros todo fue casi al límite, pero la verdad es que tenemos una amistad muy grande, tantas carreras que hemos corrido juntos y nos apoyamos mutuamente, aunque éramos competencia”, dijo al comentar su actuación y la de su amigo, con quien llegó a la meta en primer lugar.
La preparación constante por espacio de cuatro meses en distintos recorridos y distancias le dio la posibilidad de ganar la prueba. “La verdad es que quería entregarle a Dios la carrera y tratar de llegar entre los cinco primeros y, si era posible, ganar”, subrayó el deportista, quien arribó al lugar acompañado de su esposa, quien también corrió los 21 kilómetros.
Destacó que los primeros 12 kilómetros fueron realmente dificiles por la prolongada subida y entonces ahí era “suerte o muerte”, al poner énfasis en que el clima les favoreció mucho, aunque en la parte superior había mucho calor y “el Sol pega muy fuerte”.
El tiempo que registró el triunfador es de 5 horas 30 minutos, extraoficialmente.
Las damas tuvieron significativa participación en las distintas distancias. Miriam Pozo, atleta del Carhi, fue la primera en arribar a la meta, apretada por la capitalina Mónica Crespo, en la prueba de los 50 kilómetros.
Mientras que en los 21 kilómetros, Alicia Cevallos, visiblemente agotada, ingresó con el aplauso de sus familiares quienes la acompañaron desde las primeras horas de la mañana cuando arribaron a la población.