Julio Vivas saltó sin obstáculos
Fue el mejor día de su vida. Se elevó por primera vez a una altura de 2 metros, en los casi cuatro años que lleva en el salto alto, y eso hizo de Julio Vivas el mejor de la primera jornada del intercolegial de atletismo que hoy finaliza en la pista “Los Chasquis” de La Vicentina.
“Esta es la mejor marca que he registrado hasta ahora en mi corta carrera, pero aún debo subirla más porque mi deseo es estar en unos Juegos Olímpicos”, refirió Julio.
No tuvo rival, porque Nicolás Canavo, quien ocupó el segundo puesto, estuvo a 24 centímetros. Eso le permitió ensayar algunos saltos más. Quiso aumentar la marca, pero no le fue posible. Aún así se convirtió en un récord a nivel colegial.
Por ello los aplausos no cesaron en las tribunas, así como los reconocimientos por la técnica que tiene para asumir el salto.
Julio, quien debe su nombre al mes en el que nació, confiesa que hacer el arco, previo a elevarse, es lo que más tiempo le llevó aprender.
“Me demoré más o menos 12 meses en hacerlo y creo que lo aprendí bien, pero aún debo perfeccionar para llegar más lejos”, refiere.
Fueron los profesores Bertha Soria y Washington Manosalvas los que le enseñaron los secretos de esta disciplina, en la que incursionó simplemente por experimentar.
“Cuando pasaba por la pista observaba a otros chicos practicar el salto y me llamó mucho la atención y un día decidí ingresar. Me observaron y vieron que tenía condiciones y me quedé”.
Hoy con 16 años es seleccionado de Pichincha y ya participó en el Sudamericano desarrollado en Lima (Perú) en 2009. Ocupó el tercer lugar y ahí registró solo 1m82cm.
A diario comparte la jornada entre los libros y el perfeccionamiento de sus saltos. Cuatro veces a la semana asiste a los entrenamientos vespertinos de entre tres y cuatro horas con los técnicos que lo iniciaron en este arte.
Lo hace en la misma pista (Los Chasquis) en la que ayer inscribió su nombre en lo alto del intercolegial.
Por su destacada participación a nivel nacional y su corta edad, Concentración Deportiva de Pichincha (CDP) le entrega una ayuda económica de 40 dólares mensuales para sus gastos personales.
Tiene también la posibilidad de acudir al comedor de (CDP) para servirse el almuerzo. Recibe asistencia médica y un apoyo con suplementos vitamínicos.
Julio es un muchacho algo tímido, que se vio sorprendido ayer por los micrófonos y las cámaras que siguieron sus movimientos.
Todos los comunicadores se aglutinaron alrededor de él apenas culminó la prueba. Le costó en un inicio responder las inquietudes, mientras aún el sudor rodaba por su rostro.
Tomó algo de aire y con emoción inició su relato. “Esta jornada ha sido una de las mejores de mi vida y estoy muy contento”.
A Julio le gusta la música electrónica, el rock y el reggae. Es amante de la pizza con cualquier ingrediente. Aunque le fascina la comida, reconoce que no sabe preparar ni una ensalada.
Su espigada figura de 1,76 m es una de las armas que le ayudan en este deporte, mas dice que eso no es lo más importante.
“Aunque ser alto te sirve, lo indispensable es que sepas elevarte y sobre todo tener la técnica adecuada para sobrepasar la barra sin toparla. Eso te toma mucho aprender y sobre todo dominar”.
Su siguiente desafío es intentar acceder al mundial juvenil de Ucrania este año. El evento se desarrollará del 10 al 14 de julio.
“Ojalá consiga las marcas necesarias para lograrlo. Será mi primer gran sueño por alcanzar”.