NO PUBLICAR Jorge Célico, el maquinista del “trencito azul”
La perseverancia y credibilidad en su trabajo, los resultados alcanzados y el conocimiento del medio en el que se desenvuelve, abonan el quehacer futbolístico del técnico argentino Jorge Célico quien tiene al primer plantel de la Universidad Católica encumbrado en el tope de la tabla posicional en la segunda fase del certamen nacional, con el sustento de la fuerza de la juventud de la nómina “camarata”.
Aparte de los objetivos deportivos trazados desde el 2009, su accionar está encaminado hacia una dinámica de una mayor institucionalización del club así como el fortalecimiento de las divisiones formativas en las que tiene mucha fe, dado el resultado logrado en un proceso de tres años.
Célico, quien anteriormente estuvo al frente del elenco de los “puros criollos” y transmitió sus conocimientos en la formación de jugadores como Hermen Benítez, Antonio Valencia, mas allá de aquello es un formador de personas y seres humanos, confiado en la juventud de sus jugadores y su relación con ellos, imponiendo disciplina, respeto y amor a la camiseta.
Son los ejes sobre los cuales ha volcado su trabajo y que ahora los acompaña con triunfos y éxitos al frente de la U. Católica; “siempre ha manejado muy bien los códigos del fútbol y eso ha hecho que los jugadores tengan confianza y la retribuyan, mas allá si son tilulares o suplentes o están en la reserva”, anota Pedro Salvador, ex jugador y actual coordinador del club.
El también comunicador destaca el trabajo realizado desde hace tres años en las formaciones menores, así como el respaldo del Presidente Vitalicio del Club, Fidel Egas Grijalva y la presidencia de Enrique Portilla, que son aspectos de injerencia en la vida institucional del club.
Mientras tanto, el estratega argentino afirma que la fortaleza del grupo es la principal arma, luego de tres años de trabajo con una base de jugadores muy jóvenes que surgieron en el campeonato de reserva del 2010. Destaca que la mayor virtud de su equipo es la técnica que exhiben cada uno de los jugadores, además de la parte humana, porque “son gente de bien y lo mas importante es la unidad grupal”, sostiene en torno al plantel que tiene un promedio de edad de 22 años.
Al igual que virtudes, la escuadra “camarata” también tiene debilidades, como aquello de hacer camino al andar, porque muchos de sus jugadores jóvenes debieron hacer su primer partido en primera división en la Universidad Católica.
Ratificó que su esquema definido es el 3-4-3, porque considera que así se tiene un equilibrio lógico y “con algunas variantes, este sistema es el que mas he utilizado en este año”, afirmó.