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EL GRUPO ‘VUELO EN GLOBO ECUADOR’ SE ALISTA PARA COMPETIR EN ARGENTINA Y BRASIL

Flotar en globo es relajarse en las alturas (INFOGRAFÍA, VIDEO Y GALERÍA)

En una localidad de Cotopaxi se practica la aeronavegación.
En una localidad de Cotopaxi se practica la aeronavegación.
01 de mayo de 2014 - 00:00 - Javier Tamba

¿Puede alguien vender su casa para comprar un globo? Galo Villalba y su esposa, María Correa, lo hicieron. Cada vez que infla la enorme ‘burbuja’ de 22 metros de longitud, Galo recuerda aquella decisión, tomada hace casi 3 años. Fue el inicio de un nuevo trabajo y, además, el cumplimiento de una aspiración infantil, esa que se le pegó cuando leyó la novela ‘Cinco semanas en globo’, del escritor francés Julio Verne.   

La inversión alcanzó los $50.000, valor que incluyó la importación del equipo desde Inglaterra, la constitución de la compañía y la contratación de los seguros de responsabilidad civil y de accidentes personales, de lo contrario la Dirección General de Aviación Civil (DAC) le hubiese negado el permiso de aeronavegabilidad.

Además, cuentan los 2 años de curso realizado en Argentina, donde Galo obtuvo la licencia de piloto de aerostatos. Todo este sacrificio le ayudó a cambiar de actividad comercial, pues estaba cansado de vender licores importados.  

El nuevo negocio contempla 2 alternativas: la contratación del globo con fines publicitarios o su alquiler para vuelos recreativos, lo cual es considerado uno de los deportes de aventura más antiguos del mundo.  

Ardua tarea

Se durmió con el sonido de las ranas y despertó con el canto de los gallos. Casi no tuvo tiempo de descansar. Fidel Castañeda (47 años) abre los ojos en el furgón cuando son las 03:00.

Las puertas del hospital de Machachi le recuerdan por qué estaba ahí: sus amigos, Galo Villalba (40 años) y Juan Rea (35 años) ingresaron para ser atendidos. A ambos les sentó mal la comida del día anterior. Tampoco era algo tan grave, por lo menos nada que les impida realizar el viaje programado. Los tres necesitan confirmar las condiciones de clima para realizar los vuelos libres.  

A esa hora, con cierto recelo, entra a buscarlos en la casa de salud, los saca y embarca en el furgón. Luego de sortear la cuesta y el lodo que ha dejado la tempestad de la víspera, los 3 capitalinos arriban a la hostería ‘The Secret Garden’, de Santa Ana del Pedregal, una comunidad cercana al Parque Nacional Cotopaxi.

VIDEO

Los hombres se estacionan en varios puntos de la explanada, tratan de identificar el lugar más plano y seco. Los pajonales, excelentes retenedores de humedad, dificultan la tarea. A la tercera parada, cuando la luz del amanecer permite distinguir los colores del valle, encuentran el sitio ideal.

El siguiente paso es armar el equipo, los implementos pesan 600 libras. Una vez bajada la cesta (barquilla) -que incluye 2 quemadores, 2 cilindros de gas propano y las 4 barras de enganche- continúan con el ventilador y después con la envoltura.

Curiosos, las alpacas, las vacas y los equinos se detienen a distancia prudente para observar lo que ocurre. Armada la estructura, antes de hinchar el ala, es necesario determinar la dirección y velocidad del viento. Un cigarrillo encendido hace las veces de veleta, el humo indica hacia dónde colocar el globo.

El ventilador, de 5 caballos de fuerza, empieza a estirar el ripstop, un nylon ultrarresistente a prueba de enganches y roturas. Minutos después, Galo prende los quemadores.

El primer fogonazo provocado por el gas propano ahuyenta a los animales. El proceso de inflado, que requiere una velocidad de viento no mayor a los 15 kilómetros por hora, dura 30 minutos, aproximadamente.

Es momento de parar la barquilla y elevarse. El mimbre de la canasta y el globo pueden resistir hasta 700 libras, incluidos los 60 kilos de las bombonas y lo que totalicen 3 pasajeros con pesos promedios (entre 60 y 80 kilos). En esta ocasión solo irá Galo; Fidel Castañeda y Juan Rea se encargarán de la seguridad.

- Fidel, Juan, ¿tienen listas las radios?
- Probando, probando... Radios en orden, Galo.
- Ojo con los cabos de anclaje, advierte Galo.

Conforme el globo asciende, Fidel suelta la cuerda. Semejante a una vejiga gigante, el aparato flota mientras se eleva y toma el rumbo del viento. En menos de 5 minutos, con el cabo cautivo, llega a 100 metros.

- Fidel, Fidel, ¿me escuchas? Esto es sensacional, hace frío acá arriba. Ojalá se despejen las nubes para apreciar bien al volcán Cotopaxi. Cuando te dé la señal, desatas la soga, quiero hacer un vuelo libre, pide Galo.  
- Ok. Me avisas, responde Fidel inmediatamente.  

Tras 15 minutos de espera, Fidel distingue una señal de Galo. Considera propicio soltar las amarras. Al hacerlo, el aerostato flota hacia el norte y gana altitud. La comunicación constante permite a Juan y a Fidel saber hacia dónde se desplaza su compañero. Corren para no perderlo de vista. El globo alcanza los 200 metros de altura. Sin amenazas de lluvia y con el viento a menos de 25 kilómetros por hora, las condiciones para la travesía son perfectas.

Cumplida una hora de paseo, Galo cree conveniente descender. Con ese afán, maniobra las válvulas de los tanques de combustible. En pequeños ‘rebotes’, el globo es jalado por Fidel y Juan hacia el área de partida.  

Concluido el aterrizaje, Villalba suelta una sonrisa. Completó 140 horas de vuelo y su estómago no deja de sentir mariposas cada vez que se eleva. “Más que volar, flotas. Es diferente a subirse a un avión. No te hace liberar adrenalina como los deportes extremos, esto más bien te relaja”, dice.

Antes de desmontar el navío, los compañeros se toman una foto. Siempre es reconfortante terminar la jornada con la sensación del deber cumplido, con todos sanos y salvos. El próximo reto del grupo, cuyo nombre es ‘Vuelo en globo Ecuador’, es competir en Argentina y Brasil, países en los que se anuncian torneos en las modalidades precisión y alcance.  

Añejo entretenimiento

Aunque muchos historiadores atribuyen el invento del globo aerostático a los hermanos franceses Joseph y Jacques Montgolfier, quienes diseñaron una esfera de papel en 1783, existen datos de que el primer aerostato en movimiento data de 1709. Fue construido por el sacerdote brasileño Bartolomeu de Gusmao, quien hizo una demostración de vuelo sin pasajeros ante el rey de Portugal, Juan V.

La evolución de este aparato incluye armazones dirigibles y el uso de combustibles menos inflamables. Pasó el tiempo en el que viajar con hidrógeno hacía de esta práctica algo sumamente peligroso. En el ámbito competitivo existen algunas modalidades, las más conocidas son la de precisión y la de alcance.

La primera consiste en llegar lo más cerca posible a un punto establecido. La segunda, en recorrer la distancia más larga. En cualquiera de los casos, lo recomendable es no exceder la hora de vuelo.

DATOS

A nivel del mar, debido a altas temperaturas, los viajes exigen más combustible, pues la temperatura del aire caliente interno de la burbuja debe ser superior a la del ambiente. Se pueden efectuar trayectos de hasta 40 minutos.

En la altitud andina, con el ambiente frío, se requiere menos combustible para calentar el aire de la envoltura. Los vuelos pueden llegar a una hora con 15 minutos.

Galo Villalba tiene 2 hijas gemelas de 20 años y un niño de 13. No se compra todavía una casa nueva, pero gracias a su tesón comenzó a recuperar su inversión.

La empresa ‘Vuelo en Globo Ecuador’ tiene 2 años y medio y una página en Facebook.

El costo del servicio oscila entre 350 y 500 dólares.

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