LA FEDERACIÓN ECUATORiANA DE FÚTBOL Y EL MINISTERIO DEL DEPORTE ORGANIZAN POR SEGUNDO AÑO el torneo
Ellas sí juegan por puro amor a la camiseta (VIDEO)
Son las 19:56. Las 2 últimas jugadoras en llegar se unen a la práctica. Apuran el trote, es la única forma de atenuar el frío capitalino. Todas aceptaron acudir al parque La Carolina de 19:30 a 21:00, 2 días a la semana, es el único horario que les permite entrenar.
Las chicas del club Espuce se esmeran en acatar las órdenes del director técnico Mauricio García. Los horarios vespertino o nocturno son comunes en los equipos de fútbol femenino, en los que el cansancio de las actividades cotidianas no les impide entregarse a fondo al deporte que más les gusta.
Leales al ‘rey’ por siempre
Dice ser pariente del exdelantero Agustín Delgado y del atacante Félix Borja, pero su condición económica está a años luz de ser cómoda como las de ellos. La zaguera ibarreña Melva Borja Delgado (33 años) labora en la empresa de calzado Tecnocalza y su ritmo de vida la obliga a dormir poco.
A diario se levanta a las 05:30 y se acuesta a las 23:00. En ese lapso sirve el desayuno a sus 2 hijos estudiantes y sale al trabajo, donde se desempeña como operaria de 08:00 a 18:00. Luego de aquello, los miércoles y jueves, va a los entrenamientos.
En su empleo percibe menos de $500 al mes; parte de ese dinero lo emplea en la movilización que le demanda concurrir a los entrenamientos y en implementación para entrenarse. ¿Por qué lo hace, si al ser amateurs los clubes femeninos no pagan salarios a las jugadoras?Cuando no son días de práctica, tras la jornada laboral, vigila que sus ‘retoños’ hagan las tareas. Todas las noches prepara la comida para el día siguiente. Movilizarse es una de sus mayores dificultades, reside en La Roldós (extremo norte de Quito) y debe salir a tiempo para llegar temprano a la fábrica.
“Lo hago porque me gusta, el fútbol es mi pasión. Si en buena hora en algún momento nos reconocen algo, bienvenido sea, pero si no, no ha pasado nada. Yo seguiré jugando por amor al deporte”, dice en tono de sentencia.
‘La Sombrita’, como la llaman sus compañeras, está al borde del retiro. Su aspiración este año es ser convocada por última vez a la Selección Ecuatoriana y terciar en la Copa América Femenina que se jugará en el país en septiembre. También desea alcanzar el campeonato nacional con Espuce.
Otro ejemplo de amor por el balompié es Mary Elisa Mera (18 años), quien desde hace 3 semanas se mudó de Guayaquil a Tumbaco (Quito), con la esperanza de forjarse un futuro. Sus metas son consolidarse como futbolista, encontrar un empleo a medio tiempo y conseguir una beca de estudios.
“Me esforzaré al máximo en cada entrenamiento, cada partido lo jugaré como una final. Quiero conseguir una beca para estudiar psicología, por eso vine a jugar al club de la Universidad San Francisco de Quito”, manifiesta.
Adaptarse no le resulta fácil, la altura y el frío andinos son sus principales obstáculos. No obstante, sabe que acostumbrarse es cuestión de tiempo. Hasta encontrar trabajo residirá con Tatiana Hidalgo, su compañera de equipo, cuyos padres la acogieron con cariño.
Aunque Mary Elisa ya está acostumbrada a vivir lejos de su familia, admite que extraña a sus progenitores y 2 hermanas. Ella es la tercera de 3 hijas y, pese a ser la menor, salió de casa en su natal Portoviejo a temprana edad.
“Todo fue por amor al fútbol. Desde los 8 hasta los 11 años jugué por la Selección de Manabí, después representé a Guayas y a los 15 años competí como seleccionada de Los Ríos. Luego volví a Guayaquil y en 2013 fiché por el Alianza de esa ciudad en el primer torneo nacional femenino. El equipo descendió y ahora veo en la Universidad San Francisco la oportunidad de crecer”, precisa.
Datos
Los equipos de la primera A del balompié femenil son los pichinchanos Quito Fútbol Club, Espuce, Universidad San Francisco y Liga de Quito. Por Guayas están el campeón Rocafuerte y Unión Española. Por Los Ríos terciarán Siete de Febrero y La Unión. Además están Las Palmas (Santo Domingo de los Tsáchilas), Grupo Siete (Manabí), Cruz del Sur (Napo) y Cumandá (Pastaza). El único que paga sueldos a sus jugadoras es Rocafuerte.
De acuerdo al reglamento del torneo, cada club debe mantener en cancha durante los 90 minutos a 2 jugadoras menores de 20 años. Una juvenil solo puede ser reemplazada por otra juvenil.
A criterio de Wladimir López, DT de la Universidad San Francisco, el Estado debe estimular la práctica del deporte amateur. La filosofía de Universidad San Francisco es unir deporte y educación como parte de la formación integral. El propósito es que las jugadoras, al terminar su ciclo deportivo, salgan con un título profesional.
Este año el Gobierno destinará $ 423.688 para movilización, hospedaje, alimentación e implementación de los clubes. Este rubro incluye $ 200 por programación para contratar ambulancias. En septiembre, Ecuador será sede de la Copa América Femenina, que otorgará 2 cupos y medio para el Mundial ‘Canadá 2015’ y 4 a los Juegos Panamericanos ‘Toronto 2015’.
Volante mixta, Mary Elisa sostiene que no recibir sueldo por actuar en el certamen femenil no la desmotiva, pues el fútbol siempre constituyó un hobby. El año pasado, cuando militó en Alianza, alternaba su tiempo entre las prácticas y la labor de cajera en un banco.
“Ahora, si obtengo la beca de estudios, será una gran recompensa. Ojalá pueda cumplir todas mis expectativas”, expresa en medio de una franca sonrisa.
Los entrenamientos en la Universidad San Francisco de Quito son de lunes a viernes de 15:30 a 18:30. El horario permite juntar a las chicas luego de sus ocupaciones diarias. La institución evalúa la actitud de cada atleta y a las más destacadas les otorga una beca, media beca o algún tipo de ayuda. En el análisis también influye la situación económica de cada una.
Pero la pasión por el ‘rey de los deportes’ también envuelve a las adolescentes. Kerly Real (15 años) es una delantera que gracias a su habilidad ha accedido a 2 selecciones ecuatorianas. En septiembre de 2013 participó en el Campeonato Sudamericano Sub-17 que se desarrolló en Paraguay; y en enero último bregó en el Campeonato Sudamericano Sub-20 que se realizó en Uruguay.
Vestir la ‘tricolor’ le costó muchos sacrificios, que continúa haciendo para mantenerse entre las mejores de la nación. Sus jornadas comienzan a las 05:00 y terminan entre las 23:00 y medianoche.
Estudiante del décimo curso en el colegio Fernández Madrid, acude a clases de 07:00 a 13:00. Almuerza y se presenta a los entrenamientos de la selección del plantel, de 14:00 a 15:30. Tras esa actividad se traslada al parque La Carolina a los entrenamientos del Quito Fútbol Club, que se cumplen de 17:30 a 19:30.
El retorno a su casa, ubicada en el barrio Mena 2, en el sur de Quito, le toma una hora. Luego de merendar se dedica a elaborar las tareas. “El fútbol es mi razón de vida, juego porque quiero, no porque me obligan o me dan algo a cambio. Sería una enorme motivación que nos paguen, pero eso llegará con el tiempo”, reflexiona.
En el Quito Fútbol Club, precisa Kerly, a cada jugadora los dirigentes le dan 10 dólares semanales para los pasajes. Eso significa para ella una gran ayuda.
Los pases
Al ser este el segundo año en el que se efectuará el Campeonato Ecuatoriano de Fútbol Femenino, hay chicas que en 2013 prestaron sus servicios en un elenco y este año defenderán los colores de otro.
Como la lid es amateur, no existe un costo por la transferencia de jugadoras. Antonio Pozo, vicepresidente de la Comisión Nacional de Fútbol Aficionado (Confa), de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), y presidente de la Comisión de Fútbol Femenino, explica que existen dos procedimientos para que una deportista se cambie de representativo.
La primera alternativa es pedir por escrito la carta de libertad al presidente del club en el que jugó la temporada pasada. Y la segunda, dirigir un oficio al presidente de la Confa, explicando su deseo de jugar por otro combinado. Debe detallar el club del que sale, a cual irá, e incluir nombres y número de cédula.
Algunos de los cambios son los de la volante Sofía Carchipulla, quien pasó de Liga de Quito a Universidad San Francisco; de la delantera Yolima Páiz, que dejó la San Francisco por el Quito Fútbol Club; y de la defensa Geovannina León que se vinculó al Siete de Febrero de Babahoyo tras desempeñarse en el Rocafuerte de Guayaquil.
Al respecto, Mauricio García, timonel de Espuce, opina: “El pase no debe ser una limitante para ninguna deportista, quien viene a entregar su esfuerzo. Es más lo que el club recibe que lo que el club le da. Hay que respetar su voluntad”.