Su relación directa con las redes mejora. En cada entrenamiento   convierte -al menos- una anotación, lo que hace batir las palmas de los seguidores que se dan cita al ensayo diario en el valle de Tumbaco para observar el desempeño de Jaime Iván Kaviedes.

El “Nine”  no tiene problemas para correr y pelear la pelota en los ensayos futbolísticos que realiza con sus compañeros de El Nacional.

“Físicamente llegó mejor de lo que nosotros esperábamos, solo  le falta la parte específica de fútbol que es la velocidad, el movimiento y ritmo para detener la pelota y definir”, indicó el DT Mario Saralegui. 

La precisión y la técnica del delantero continúan intactas, pese a que por alrededor de 12 meses no ha estado en actividad competitiva. Su entrega y deseo de superación contagian al resto del plantel.

Por eso, incluso el estratega uruguayo podría darle algunos minutos en el encuentro que este viernes sostendrán ante Liga de Loja en la “Centinela del Sur”, en el inicio de la segunda etapa del torneo local.

“Vamos a ver cómo llega él y, en general, el grupo. Si lo ponemos será en su posición habitual de goleador nato, para que convierta las múltiples posibilidades que el equipo genera y que ha sido precisamente nuestro principal déficit”, dijo.

Hoy, en la colonia vacacional que se desarrolla en El Sauce son más los infantes que esperan impacientes  la finalización de los  trabajos “criollos” para acercarse al “Nine” en busca de un autógrafo.

Kaviedes sigue soñando con su regreso a la Tricolor, a la que considera su casa: “Aunque no pensé en retornar al fútbol, volví, y ahora deseo estar en la selección. Me voy a preparar más, pero si no se da, no me voy a morir ni a desilusionar”.

Su principal reto es llegar al 100% en la parte física y también en la emocional, aunque ninguno de sus tratamientos psicológicos los concluyó. “Creo que voy en buen camino. Dios es mi guía y con todas las oportunidades que me han dado aquí no voy a defraudarlos”, afirmó  el delantero que convirtió en la eliminatoria 2001 el gol que por primera vez clasificó a la selección a un mundial de fútbol.

Pero la preocupación mayor del entrenador “charrúa” es definir  al jugador juvenil que actuará en lugar del extremo derecho Renato Ibarra, quien fue vendido al Vitese de Holanda. “Ibarra no solo era nuestro mejor elemento, sino que, además, era el juvenil en la cancha”, dijo el DT.

Los “criollos” manejan dos opciones para ese puesto. Se trata de los volantes  Franklin Guerra y Paúl Minda. El primero, que fue parte de la selección Sub 20, espera convertirse en polifuncional. Al momento ensaya tareas en la defensa.

“Deseamos que Guerra actúe también como zaguero. Tiene velocidad, físico, potencia y agresividad para desarrollarse en esa posición y ojalá lo pueda lograr. Así tendremos más alternativas de recambio”, señaló.
Minda es el juvenil que los “militares” han utilizado en los compromisos amistosos y sería él quien arranque en el reinicio del torneo.

Otro inconveniente que presentan los “rojos” es la contractura  con una mínima rotura fibrilar que presenta el defensa central Javier Chila, en su pierna izquierda.

Por eso solo trotó alrededor de la cancha con el fisioterapista Leandro Simbaña. “La molestia que siento es pequeña, pero espero superarla en estos días y ser parte del encuentro ante Liga de Loja. Voy a seguir al pie de la letra las indicaciones que me dé el doctor”, expresó Chila.

En el mismo sector, hoy se reintegrará a las prácticas el seleccionado esmeraldeño Frickson Erazo, quien participó en la Copa América de Argentina y tuvo dos días adicionales de permiso.