El alto rendimiento, un reto deportivo y científico
“Los atletas están acostumbrados a correr en la tierra; ahora tienen material sintético y cuando vayan a competencias de calidad ya no tendrán dificultades. Con los implementos adecuados que se les brindan, más la pista, se les da oportunidad de mejorar”, fueron las palabras de Bolívar Pata, luego de la inauguración, la semana pasada, del Centro de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR) en Rioverde, Esmeraldas.
No obstante, para Mario León, director del Centro Olímpico de Alto Rendimiento (COAR), del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), tener escenarios e implementación adecuada no es suficiente para que un complejo deportivo sea considerado de alto rendimiento.
Explica que este tipo de centros deben contar con instalaciones polifuncionales. ¿Qué significa aquello? Pues que a más de la infraestructura de entrenamiento, cuentan con áreas de investigación científica-deportiva.
“Las exigencias para tener un centro de alto rendimiento son bastante altas, hay diferentes departamentos médicos-deportivos: lugares para ejercicios, diagnóstico del rendimiento, nutrición y una serie de especialidades en las que el atleta es evaluado”, explicó León.
Esto ayuda a establecer un perfil médico-deportivo de los atletas y, a partir de diagnósticos, se establecen recomendaciones a los entrenadores sobre la conducta a seguir en el desarrollo deportivo.
China, potencia deportiva a escala mundial, es un buen ejemplo a seguir. Ese país tiene repartidos por toda su geografía numerosos campos de entrenamiento. Con apenas cuatro años, los futuros campeones se marchan a vivir a estos centros de alto rendimiento para estar bajo un estricto control.
El control y el aislamiento de estos niños, sin embargo, provocan que atraviesen situaciones que muchos consideran inhumanas. Recientemente saltó a la luz el caso de Wu Minxia, que ganó el oro por parejas en el salto de trampolín sincronizado en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cita en la que los asiáticos alcanzaron 88 medallas.
Sus padres esperaron a que terminaran los Juegos para avisarle que sus abuelos habían fallecido. No se lo habían contado antes para evitar que la tristeza le desconcentrara.
En nuestro país, además de las instalaciones, está pendiente la tarea de establecer ciclogramas de funcionamiento que garanticen la correcta evaluación del exponente. Un centro de alto rendimiento, según estándares internacionales, debe contar con el aval del Comité Olímpico Internacional (COI).
Nueva era
Si bien el CEAR no tiene el aval del COI, es un complejo de primer nivel, cuya buena utilización mejoraría las condiciones de preparación de los deportistas del país.
Inaugurada la infraestructura, el siguiente paso será escoger a los mejores entrenadores y profesionales en medicina deportiva.
“Posiblemente se contrate a 20 entrenadores. Se debe habilitar un departamento de medicina y de psicología deportiva”, sugirió Luis Rodríguez, director del Departamento Técnico Metodológico de la Federación Deportiva de Esmeraldas.
Lo primero y fundamental será escoger bien el recurso humano y darle al deportista un trato privilegiado.
Actualmente, a los deportistas destacados el Ministerio del Deporte les entrega una casa.
A más de esto, reciben una beca cuyo fin es que dediquen tiempo completo a su preparación.