La selección nacional se ganó el título del I Torneo Centroamericano y del Caribe de fútbol unificado de Olimpiadas Especiales, que finalizó el jueves pasado en  Costa Rica (Centroamérica).

Ayer por la tarde la delegación nacional arribó a Quito y recibió muestras de cariño de quienes se encontraban en la terminal área de Tababela. Ecuador venció por la mínima diferencia en el último encuentro a los dueños de casa, gracias a la anotación de Ángel Vargas.

Abrazos, sonrisas y lágrimas se conjugaron entre los 16 muchachos que alcanzaron el título. Uno de  los más emocionados fue el capitán Carlos Castillo, quien dedicó el campeonato a su familia.

Entre todos se idearon maneras para acariciar y besar el trofeo mientras se tomaban la foto oficial. La emoción fue contagiante incluso entre los espectadores, varios de los cuales descendieron al gramado para ser parte de la celebración.

Los jugadores también se dieron modos para acomodar sus medallas en el pecho, sonreír y posar como expertos modelos en cada una de las fotografías que les sacaron.

Después tuvieron una  sesión personalizada en la que cada integrante lució en solitario junto al trofeo que los acredita como los campeones. No solo el gramado fue propicio para las imágenes, también en el interior de la aeronave aprovecharon para registrar el momento.  

El plantel, comandado técnicamente por Esteban Navarrete, terminó invicto el certamen al que llegó como invitado por su destacada participación en eventos anteriores como Juegos Olímpicos (campeón) y Copa América, que le otorgó el cupo al Mundial de Brasil 2014.

Este certamen sirvió para medir el nivel que tiene al momento el combinado nacional y potenciarlo para la participación del año próximo  en tierras “auriverdes”.

La “Tri” especial formó parte del grupo “B”, que al final solo tuvo tres participantes. El combinado cubano no llegó porque les negaron las visas a sus integrantes.

Todos los compromisos se desarrollaron en el estadio de césped sintético “Cuty Monge” de San José,  capital costarricense.

Los ecuatorianos, desde el primer cotejo, exhibieron el trabajo que han desarrollado en estos cinco meses, con igual número de microciclos.Demostraron en el gramado que son una familia, tal como lo manifestaron previo al viaje, con perfecta coordinación y armonía entre sus integrantes.

Además en los graderíos tuvieron siempre el aliento de al menos 50 hinchas que los acompañaron en todos los encuentros. Entre ellos destacó el ex capitán y seleccionado, Álex Aguinaga, quien es padrino de Olimpiadas Especiales.

Para esta ocasión, apegados al reglamento, tuvieron el aporte de cinco jugadores sin ningún tipo de deficiencia que pertenecen al club “Los Loros”,  de la segunda división del balompié de Pichincha. En el debut el combinado patrio mostró eficacia en la delantera y sometió sin problema al combinado de Panamá por 7-1.

Jonathan Castro, en una oportunidad;  y David Navarrete, Ángel Vargas y  Miguel Hurtado, cada uno con dos conquistas, pusieron el marcador a favor de los ecuatorianos.  

En la segunda presentación la tónica de goleo se mantuvo con un contundente 4-0 ante México. Ese cotejo le dio el pasaporte a cuartos de final y ahí enfrentó a Nicaragua, plantel al que propinó la mayor goleada por 13-0.

Volvieron a destacar elementos como Ángel Vargas, que anotó cuatro conquistas en el compromiso. Con ello llegaron a semifinales y enfrentaron al campeón reinante de la Copa América, Paraguay. Ese cotejo fue uno de los más complicados para los ecuatorianos, mas al final lograron sortearlo por 2-0.

Los jugadores retornaron ayer a sus domicilios para unirse a sus familias y continuar la celebración por el nuevo galardón.